La Consejería de Sanidad y Consumo de la Junta impulsará la investigación regional con células madre a través de la Fundación para la Formación y la Investigación de los Profesionales de la Salud de Extremadura (Fundesalud), aunque no está previsto que la región cuente con su propio centro investigador.

El consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, explica que en estos momentos la comunidad está a la espera de que el nuevo Gobierno de Rodríguez Zapatero legisle en este sentido, eliminando así las trabas impuestas en los últimos años. El objetivo es participar en las líneas de investigación comunes abiertas por varias comunidades y que de momento se desarrollan en Andalucía. El consejero extremeño celebra que el nuevo Gobierno haya anunciado que posibilitará estas prácticas científicas y asegura que ahora "se abre una vía enorme de posibilidades" para los científicos españoles y extremeños. Aún así, Fernández Vara aclara que la región no contará con su propio centro de investigación "porque la investigación no se puede atomizar". En este sentido, se mostró más partidario de "desarrollar los proyectos a través de redes de investigación".

TRABAJO EN RED El director general de Formación, Inspección y Calidad Sanitaria, José María Vergeles, insiste en que la comunidad no debe trabajar en solitario en este ámbito tan complejo, sino aprovechar "ese trabajo en red con investigadores que tienen prestigio y experiencia en esta materia", informa Efe.

El primer paso será la puesta en marcha de proyectos regionales de investigación con células madre, para lo que será necesario contactar con grupos de investigadores. De esta forma, esta línea será prioritaria en la Fundación para la Formación y la Investigación de los Profesionales de la Salud de Extremadura. Sin embargo, Fernández Vara tiene claro que la investigación apoyada por el sector público debe tener un objetivo prioritario: cubrir aquellos temas que el sector privado no aborda por su escasa rentabilidad. "Tenemos que propiciar la investigación en las líneas que a lo mejor no le interesan a la industria", apunta.

Es el caso de las llamadas enfermedades raras, llamadas así porque su prevalencia es inferior a los cinco casos por cada 10.000 habitantes. En Extremadura se calcula que unas 60.000 personas pueden padecer dolencias, aunque la mayoría ni siquiera están diagnosticadas. Para Fernández Vara, es ahí "donde está el futuro", por lo que desde hace unos años la Junta otorga la calificación de prioritarios a los proyectos de investigación que entran en esta línea.