El consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, aseguró ayer que se está negociando con el Ministerio de Justicia la creación de unidades de atención específica para los presos que cumplen su condena en los dos hospitales psiquiátricos de la región. El titular de Sanidad considera que esta situación "distorsiona el normal funcionamiento" de estos centros y por eso dice no tener inconveniente en que haya unidades especiales para estos enfermos, "pero siempre que por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se nos reconozca la custodia y las garantías de seguridad en los centros".

A este tipo de internos, normalmente con problemas de drogadicción o alcoholismo, se les aplica una atenuante o una eximente y cumplen condena durante un tiempo en los psiquiátricos en lugar de en la prisión. Sin embargo, estos centros no están preparados para ello, por lo que el consejero no descarta que haya unidades específicas para estos enfermos, pero con la condición de que las autoridades policiales garanticen la seguridad y custodia, "porque no son centros preparados para que la gente no se vaya, son centros abiertos. Y en esas conversaciones se está", comentó.

En este sentido, mostró su satisfacción porque las diputaciones provinciales, que son las que gestionan el psiquiátrico de Mérida y el de Plasencia, hayan iniciado las negociaciones con el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) para regularizar la situación de los penados en los centros psiquiátricos, dado que distorsiona el funcionamiento normal de los mismos, ya que tienen una capacidad de plazas limitada.

DENUNCIA REITERADA Los hospitales psiquiátricos extremeños han denunciado en repetidas ocasiones el problema que les supone tener internos penados por la justicia, que muy difícilmente tienen condenas menores a un año, ya que ni las instalaciones ni el personal laboral están capacitados para tratar a este tipo de enfermos, una gran mayoría con problemas de drogadicción.

En cualquier caso, es una cuestión que ha mejorado en los últimos años, y en Plasencia apenas hay una decena a lo largo del año. Peor es la situación de Mérida, donde pasan unos 40 penados al año.

El consejero de Sanidad realizó estas declaraciones durante la inauguración de las nuevas instalaciones de la asociación de enfermos y familiares de enfermos mentales de Mérida (Apenesmer). Fernández Vara reiteró que la Junta también es partidaria de crear estas unidades especiales para enfermos con determinadas patologías, y la intención de asumir las competencias de los centros psiquiátricos para que las gestione el Servicio Extremeño de Salud (SES).