El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó ayer el decreto, elaborado por la Consejería de Sanidad, que regulará los establecimientos no sanitarios que se dedican a actividades de decoración corporal, es decir, tatuajes, piercing o micropigmentación.

Esta norma tiene entre sus objetivos proteger la salud de los usuarios y los trabajadores de este sector, regular las funciones de control y verificación del cumplimiento de las normas sanitarias, y crear un registro oficial que incluya a todos los establecimientos que se dedican a estas prácticas, cada vez más extendidas en la región.

La Consejería de Sanidad y Consumo explica que la regulación de este sector se debe al riesgo potencial que existe de transmitir enfermedades a través de la sangre si no se cumplen determinadas condiciones higiénico sanitarias en lo que atañe tanto a los locales en cuestión como al material y al personal. En este sentido va precisamente el decreto, que detallará los requisitos que deben cumplir los establecimientos y la acreditación que necesitará su personal.

Quedarán excluidas de este decreto las prácticas que se consideren procedimientos médicos, tales como los implantes bajo la piel, las mutilaciones y otras análogas, ya que todas ellas deben ser realizadas en centros sanitarios autorizados.

Sí se contempla en esta norma la necesidad de que las instalaciones no permanentes que realicen estas prácticas --algo habitual en ferias, exposiciones y otros eventos-- se garanticen las mismas condiciones de seguridad que en el resto.