A principios del verano la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, lanzaba la idea: ¿y si se financiaran los preservativos? El objetivo no es otro que prevenir las infecciones de transmisión sexual, que no han parado de incrementarse en los últimos años precisamente por la falta de protección. «Lo estamos estudiando, pero no está en la agenda inmediata del ministerio», matizaba hace tan solo unos días tras el revuelo inicial.

Lo que sí confirmó entonces es que se iban a repartir gratuitamente más de 100.000 kits con profilácticos durante este verano en los principales eventos y festivales de música, especialmente en los que concentran a una mayor población juvenil. Se hizo (con polémica) en el Orgullo Gay de Madrid, y se ha repetido en otros festivales veraniegos como Benicasim. Como con esta última campaña, el reparto gratuito de preservativos no es una novedad ahora. Más de 70.000 se distribuyeron el año pasado en Extremadura, dentro de las diferentes actuaciones de información y concienciación que se desarrollaron en la región y que se han intensificado tras detectarse un aumento de casos de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).

En Extremadura, en concreto, la incidencia ha aumentado un 42% en los últimos cinco años, pasando de 162 casos en el 2014 a los 282 en el 2018. Y no hablamos solo de sida (hubo 36 nuevos diagnósticos en 2014 y 32 en el 2018). Como en el resto de España, las infecciones que más han crecido han sido la sífilis (341 casos registrados en cinco años), la clamidia (284 casos) y el gonococo (183 casos), según los datos de la Subdirección de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública del SES.

Un plan de acción hasta 2021

«Debido a este aumento en la incidencia de las ETS, cuando se elaboró el nuevo Plan de Acción frente al VIH y otras ITS 2018-2021, la Dirección General de Salud Pública decidió incluir entre sus objetivos actividades destinadas a prevenir las ETS», explican desde la administración sanitaria. Estas actividades tienen distintos niveles de prevención: primaria para evitar que las personas se infecten; prevención secundaria con un diagnóstico precoz; formación de profesionales y vigilancia epidemiológica.

Y el reparto de preservativos se encuentra, precisamente, en las acciones de prevención más primarias, que están destinadas a fomentar entre la población la educación para la salud sobre el VIH y otras infecciones de transmisión sexual y a disminuir su incidencia. «Durante el último año 2018 se han realizado ocho campañas educativas e informativas dirigidas a población general y también a poblaciones especialmente vulnerables (jóvenes, personas que ejercen la prostitución y hombres que tienen sexo con hombres)». Además, se han desarrollado dos programas con la población escolar, con los que se ha intervenido en 93 centros educativos de la región y se ha llegado a unos 6.000 adolescentes escolarizados.

Como apoyo a estas campañas y programas se ha distribuido material informativo y preventivo: 58.120 preservativos masculinos normales, 1.100 preservativos masculinos extra gruesos, 1.150 preservativos femeninos y 10.300 lubricantes. Todo este material ha supuesto un importe aproximado de 12.163 euros, según indican desde la consejería.

Más detección precoz

Más allá de la prevención primaria, desde Sanidad también se está potenciando el diagnóstico precoz tanto del VIH (hubo 32 nuevos casos en 2018) como de otras infecciones de transmisión sexual. Durante el año pasado el SES realizó más de 49.000 pruebas de sida y 251.000 pruebas de otras ITS. Y fuera del sistema sanitario también se realizaron más actuaciones: 1.380 pruebas rápidas de VIH y 130 de sífilis a través de un programa financiado por el SES al Comité Ciudadano Antisida de Extremadura y otras 1.272 pruebas de VIH realizadas en laboratorios privados de Extremadura.

Estas actuaciones de prevención y detección precoz se complementan con actividades formativas para los profesionales de distintos ambitos (sanitario, social y educativo), voluntarios y agentes de salud y una mayor vigilancia epidemiológica, «lo cual sirve como fuente de información para adoptar las medidas preventivas necesarias, como para evaluar los resultados de las medidas adoptadas», concluye el SES.