El consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, aseguró ayer que a finales de este año se hará una primera evaluación del funcionamiento del acuerdo alcanzado con Portugal para que mujeres lusas puedan dar a luz en el Hospital Materno Infantil de Badajoz. Si en ese estudio se detecta "la más mínima merma de los servicios a los extremeños" la aplicación de ese acuerdo se suspenderá desde el 1 de enero del 2007.

Fernández Vara --que compareció en la Asamblea a petición del PP aunque durante su intervención apenas había en la Cámara una decena de diputados populares-- recordó que la asistencia sanitaria es uno de los cuatro pilares del protocolo de colaboración transfronteriza firmado en 1992 por Extremadura y Alentejo. En ese marco, la región lusa solicitó a la Junta que las mujeres de Elvas y Campomayor pudiesen dar a luz en Badajoz, algo que ya venía ocurriendo. "No estamos inventando nada nuevo, sino dando carta de naturaleza a algo que ya existe", apuntó el consejero.

En cuanto al impacto que tendrá este acuerdo en el sistema sanitario, Fernández Vara explicó que se espera que entre el 5% y el 10% de los alumbramientos del Materno Infantil procedan de Portugal, lo que supondrá entre 250 y 300 partos al año.

Por su parte, la diputada del PP Leonor Nogales criticó que se vaya a atender a otras 500.000 personas cuando "la cruda realidad de Extremadura es que el sistema público extremeño no es capaz de prestar una ayuda igualitaria a los extremeños". Además, desveló que en estos momentos se están negociando otros diez protocolos de asistencia sanitaria con Portugal, algo "preocupante" porque se abre la puerta a medio millón de portugueses cuando aún no se garantiza una asistencia de calidad en la región, añadió.

Desde IU-Siex, Cristóbal Guerrero se preguntó por el coste económico de estos acuerdos sanitarios, aunque defendió la existencia de un ámbito de colaboración europeo también en este sector.