La Consejería de Sanidad tarda una media de 291 días en pagar sus facturas por compra de equipamientos sanitarios y aparatos de diagnóstico, según la denuncia hecha pública por la Federación de Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), no desmentida desde la Junta. El informe de las empresas apunta que las administraciones sanitarias de toda España abusan de su posición dominante en el sector y provocan problemas de supervivencia a estas firmas.

Desde el Ejecutivo regional se reconoce la situación, pero se achaca al esfuerzo inversor realizado tras asumir las transferencias, dada la falta de compromiso del Insalud en la etapa inmediatamente anterior.

El informe de Fenin indica que el SES debe a las empresas de tecnología más de 33 millones de euros, sobre una deuda total de la sanidad española que supera los 1.300 millones.

Esto supone que la deuda por extremeño es de casi 31 euros, la cuarta más alta del país, sólo por detrás de Andalucía, Valencia y Baleares, y cinco euros por habitante más alta que la media nacional.

En cuanto a la demora en los pagos, de casi diez meses en el caso extremeño, es también la cuarta más alta de España, sólo superada por Andalucía, Valencia y Murcia. En esta ocasión, la tardanza en pagar las facturas en Extremadura es inferior a la media, donde se ronda los 13 meses.

A juicio de la federación de empresas, la morosidad se debe "a la existencia de presupuestos sanitarios no realistas o a problemas de gestión", y reclama que los impagos se introduzcan entre los indicadores de calidad del sistema de salud.

SIN DENUNCIAS Desde la consejería, sin dejar de reconocer la situación, se apuntan varios factores para explicarla. Entre ellos estarían el hecho de que el SES asume la sanidad tras un periodo en que la inversión del Insalud "fue muy reducida". Esto habría obligado a incrementar el gasto en bienes, instalaciones y personal.

Asimismo, se alude a la escasa implantación del sector sanitario privado en la región, lo que hace recaer toda la demanda en el sistema público, y a la presión social para que se incorporen las últimas tecnologías de diagnóstico.

De ahí, según Sanidad, que el gasto sanitario crezca rápidamente y también la deuda, "toda vez que es imposible ampliar los ingresos presupuestarios al mismo ritmo, sin dejar de cumplir el resto de obligaciones que la Administración autonómica tiene para con los ciudadanos en otras materias".

Por otra parte, se indica que "si bien la situación de la sanidad extremeña no difiere sustancialmente en el fondo de la existente en el resto de servicios regionales de salud, sí lo hace en la forma". Esta afirmación se sustentaría en que la deuda del SES es de las menores del país pese a que, según apunta la consejería, "se ha tenido que asumir desde las transferencias hasta hoy un diferencial de infraestructuras, capacidad y tecnología instaladas, necesario para obtener un grado óptimo de autosuficiencia que ha permitido minimizar la dependencia de otros servicios de salud".

Así, Sanidad asegura que Fenin valora como "razonable" el nivel de endeudamiento que mantiene Extremadura, por lo que no se ha planteado iniciar medidas especiales, como la denuncia ante los tribunales para reclamar las facturas que aún no se han pagado por parte del SES, decisión que sí se ha tomado con otras regiones.