Es tal la alarma que se genera en torno a la propagación del virus zika que el consejero de Sanidad y Política Social de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, convocó ayer al mediodía a los medios de comunicación para aclarar todas las dudas que puedan surgir y lanzar un llamamiento a la tranquilidad de la población tras confirmarse el primer caso de una joven infectada en Extremadura y que por las circunstancias en que se ha producido la infección, se trata de un caso "aislado" e "importado". "No hay riesgo para la población", recalcó.

La paciente es una mujer dominicana de 19 años que vive en Oliva de la Frontera (Badajoz) y que viajó a mediados de julio a su país donde sufrió la picadura de mosquitos, que seguramente hayan sido los que le han transmitido esta enfermedad. Está embarazada de entre 20 y 22 semanas. De momento, se desconoce si el feto está infectado, que es el principal riesgo que supone este virus, que en los adultos sólo se manifiesta con una sintomatología semejante a la de una gripe, sin mayores consecuencias, además de las erupciones cutáneas propias de las picaduras del mosquito que la propaga (aedes aegypti).

El mayor problema lo presentan las embarazadas y no siempre. Pero si la infección afecta al feto se puede producir una malformación que consiste en que el diámetro de la cabeza del niño es más pequeño (microcefálea) y se altera su desarrollo neurológico. Otros virus más comunes en España también provocan esta afección, pero la frecuencia con el zika es mayor, de ahí que se extremen las precauciones en las gestantes.

La joven dominicana tenía programada una cita ginecológica en el hospital Materno Infantil de Badajoz el pasado 5 de agosto y cuando acudió a su revisión, sin presentar ninguna sintomatología, informó a la ginecóloga de su reciente viaje a República Dominicana. En la consulta relató que en su país había sufrido la picadura de mosquitos y que había presentado el cuadro típico con ronchas en la piel. Con este antecedente epidemiológico, por precaución y en base a las recomendaciones del plan de prevención del zika, la médico le instó a realizarse unas muestras de orina y de sangre en el servicio de Microbiología del Infanta Cristina, que fueron enviadas al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda, donde el día 29 se conocieron los resultados, que indican que esta mujer ha presentado una infección pasada por virus zika.

A partir de ahí, el laboratorio de Microbiología del Infanta informó del caso a la Dirección General de Salud de Badajoz y en estos momentos se está realizando una encuesta epidemiológica, para asegurar que el contagio efectivamente procede de la picadura de mosquitos e intentar descartar cualquier otra vía de contagio, que parece improbable. Según explicó el titular de Sanidad, en cuanto se produjo la confirmación de la infección se procedió a realizar un control "más estricto" desde el punto de vista ginecológico a la mujer, que no se encuentra hospitalizada. En función de los meses de gestación de la paciente, el consejero comentó que "estamos en un momento adecuado" no sólo por los controles ecográficos que seguirá la joven, en los que se irá midiendo el tamaño de la cabeza del niño, sino también para utilizar otras técnicas con las que comprobar la presencia del zika, con la posibilidad incluso de realizar una amniocentesis.

Vergeles confirmó que no existe tratamiento contra este virus y lo único que se puede hacer es vigilar el embarazo e informar a la mujer para que en todo momento pueda tomar la decisión adecuada sobre el embarazo si se detecta que el niño está infectado.

El zika se propaga a través de la picadura del mosquito que lo porta y también está demostrada la transmisión sexual. El consejero recalcó que lo sucedido a esta joven es "un caso aislado" y "parece demostrado que el virus es importado por la picadura de ese mosquito" y por lo tanto "no hay ningún riesgo para la población de que se pueda contagiar en este momento". Destacó además que las posibilidades de transmisión "son muy difíciles", como se ha demostrado en las Olimpiadas de Río de Janeiro.

En el caso de la paciente de Oliva, ha recibido las recomendaciones para que utilice métodos de barrera cuando mantenga relaciones sexuales. Vergeles aclaró que hay datos que no se pueden desvelar para proteger el derecho a la intimidad de la joven.