Una comisión imparcial, creada por la Santa Sede, dilucidará si Guadalupe pasa a formar parte del territorio eclesiástico de Extremadura. Los miembros de esta comisión estudiarán las reivindicaciones extremeñas y emitirán su opinión.

Según informó el arzobispo de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, a la agencia Europa Press, la decisión de la comisión determinará los límites de esta diócesis.

Por el momento, tanto la archidiócesis toledana como la de Mérida-Badajoz remitieron al Vaticano la argumentación de ambos detallando los motivos de sus peticiones. Santiago García Aracil indicó que la comisión analizará estos argumentos y mantendrá contactos con ambos mandatarios eclesiásticos "para tomar una decisión justa y absolutamente imparcial".

ARGUMENTACION El arzobispo extremeño resaltó que en la documentación de la archidiócesis extremeña se incluye una reseña histórica de Guadalupe, pero, sobre todo, se hace hincapié en las razones pastorales, que a juicio de García Aracil, "son las más importantes". También se incluyen motivos populares "porque no todos los que defienden que Guadalupe pertenezcan a Extremadura son cristianos convencidos y, por lo tanto, hay que ser sinceros y ver que hay otros intereses de tipo popular en el sentido de identidad regional".

Sin embargo y a pesar de la existencia de esta comisión imparcial, monseñor García Aracil advirtió que se trata de un tema complejo, ya que "es cierto que la patrona de Extremadura, la Virgen de Guadalupe, lógicamente, la queremos dentro de Extremadura", lo cual, a juicio de los extremeños, puede ser "definitivo", pero señaló que si se le pregunta a los fieles de Toledo sobre el tema no considera como definitivo este argumento.

No obstante, el arzobispo expresó que se había atrevido a manifestar a la Santa Sede que "este tema no se resuelve con una solución insatisfactoria, y a buen entendedor, pocas palabras bastan", aunque avanzó que "la Santa Sede dará una solución, la que estime oportuna".

García Aracil tampoco pudo estimar cuándo se conocería la decisión de la comisión imparcial, pero aventuró que "no se resolverá a larguísimo plazo, aunque tampoco mañana", aunque en este sentido manifestó su opinión de que "no es un asunto que convenga dejar dormir".

RECLAMACION HISTORICA La demanda de la incorporación de Guadalupe a Extremadura es una vieja petición, que reavivó el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en el acto de entrega de las medallas de Extremadura en septiembre del 2004. En esta ocasión, Ibarra advirtió que no se trataba de un capricho, ni de una reivindicación, sino de una necesidad, puesto que se trata de un "símbolo identitario que nos refuerza y nos une".

En aquel discurso institucional, el presidente del Ejecutivo regional habló de la espiritualidad extremeña y, por ello, reclamó a la Iglesia su implicación y resolución del contencioso de Guadalupe "como germen y fermento de lo extremeño" y apostilló que la elección de la fecha para celebrar el Día de Extremadura tuvo mucho que ver con esta intención de pedir "el reconocimiento de la extremeñidad de Guadalupe como elemento esencial de la personalidad histórica de la región". En aquel acto, Ibarra pidió a Aracil que continuara los pasos de antecesor.