Los profesionales de enfermería y fisioterapia han perdido más de un 30% de poder adquisitivo desde 2012, afirmó ayer el secretario regional del sindicado de enfermería Satse, Damián Cumbres.

Según explicó, en todas las mesas sectoriales o reuniones con el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, se recuerda la situación actual de la enfermería extremeña pero «siempre se responde alegando a la crisis y al Gobierno central».

Esa pérdida de poder adquisitivo es similar a la del resto del país, pero afecta más en una región donde los salarios son más bajos en relación a otras, recordó.

El sindicato reclama un aumento salarial para los profesionales de enfermería y fisioterapia en la región y afirma que desde hace años las competencias sanitarias dependen de las comunidades autónomas y que es en este ámbito donde se debe negociar las mejoras laborales a través de los diferentes órganos y la mesa sectorial de sanidad.

Por este motivo, considera «imprescindible» que el Gobierno apruebe para 2018, al menos, una subida salarial general del 6%, así como la vuelta a la jornada laboral de 35 horas semanales.