Hace 20 años un agricultor compraba un periódico con un kilo de maíz, hoy tiene que poner cinco". Con este ejemplo, Angel García, de Asaja-Cáceres, denunció ayer la pérdida de poder adquisitivo a la que los agricultores se han visto sometidos en los últimos tiempos y que, unida a la crisis general en la que la economía está inmersa, ha llevado a las principales organizaciones agrarias (UPA, Asaja y COAG) a convocar un paro, que será secundado en la región, los próximos días 20 y 21 de noviembre. Este último se celebrará además una manifestación en Madrid, a la que se desplazarán agricultores y ganaderos extremeños.

Pero sus principales representantes en la región --Ignacio Huertas (UPA), Bibiano Serrano (APAG-Asaja) y Juan Moreno (COAG)-- quisieron extender el llamamiento a la movilización a toda la sociedad extremeña, por considerar que está en juego el futuro del medio rural, tan significativo en Extremadura. Según explicaron, el campo se encuentra en un situación "prácticamente insostenible", con datos que lo demuestran como la bajada de la renta agraria del 26% desde 1997 o la desaparición de más de 50 puestos de trabajo cada día en España.

Un panorama que se torna aún más negro por la crisis de precios general en todos los sectores que provoca, según Huertas, que "el 90% de los productos se están vendiendo por debajo de sus costes de producción". Según recordó el secretario general de UPA, hasta ahora esto ocurría de forma puntual en un sector determinado, mientras que ahora se ha convertido en una constante agravada además por no tener "justificación desde el punto de vista del mercado".

La misma consideración hizo, desde APAG-Asaja, Bibiano Serrano, que denunció que los agricultores y ganaderos están recibiendo unos precios "de miseria", mientras que el consumidor paga hasta un 900% más por los productos. A su juicio, instrumentos como el Observatorio de Precios son inútiles, ya que solo sirven para "observar como se atraca al sector agrario", por lo que pidió medidas urgentes al Gobierno como la refinanciación de los créditos concedidos a los productores en los últimos años y que estos aún no están en condiciones de devolver.

En esta línea, Juan Moreno, de COAG, señaló que está en juego un modelo de vida, producción y desarrollo, el rural, del que "Extremadura es un ejemplo". Por ello, pidió que se tomen medidas para protegerlo desde la Unión Europea, teniendo en cuenta que el sector agrario es el motor del medio rural. Sus declaraciones coincidieron con la propuesta de la Comisión Europea,hecha pública ayer, para que se tomen medidas para corregir las desigualdades en los márgenes de precios dentro de la cadena alimentaria, considerando "justificadas" las preocupaciones en los últimos años por las escasas cotizaciones que perciben los agricultores y ganaderos.