El presidente de APAG Extremadura, Bibiano Serrano, cifró ayer en 22 millones de euros las pérdidas que los agricultores cerealistas de la región tendrán este año, debido a la bajada en la producción entre un 15 y un 20% por las lluvias de la primavera y el descenso de los precios por la entrada de importaciones de fuera de la UE.

Serrano detalló que las pérdidas han sido de unos 5 millones por el encharcamiento de las parcelas, de unos 3 millones por la superficie que se ha tenido que segar para heno, de 8,7 millones por la bajada de la producción y de 4,6 millones por el descenso de los precios.

APAG, según dijo, exige a las administraciones un plan de apoyo para las zonas cerealistas, principalmente la Campiña Sur y los Llanos de Olivenza, y para ello reclaman que el dinero que hay en el Plan de Desarrollo Rural se dirija también a garantizar la renta de estos agricultores.

Por cultivos, la cosecha de trigo caerá de 167.000 toneladas en 2009 a casi 134.000 este año; en cebada se pasará de 145.000 a 116.000 toneladas; y en avena de 64.500 a 50.000.

APAG estima que es pronto para prever lo que pasará con el arroz y el maíz, aunque estima una reducción del 5-10% en las hectáreas del primero y un estancamiento en el segundo.

Sobre los precios, Serrano lamentó que estén este año entre un 10 y un 15% más bajos que en 2009, "con lo cual se hace la cuadratura del círculo para que sea un desastre".