El sector del libro en Extremadura rechaza el sistema de préstamo elegido por la Consejería de Educación para que los libros de texto sean gratuitos. Sin embargo, libreros, distribuidores y editores de la región valoran positivamente las políticas de gratuidad de los libros de texto. Además, el sector también muestra su preocupación por la aprobación de un convenio con el Ministerio de Educación para unificar las becas para libros, que ”en la práctica, podría abocar a adoptar el sistema de préstamo y reutilización de manuales educativos, como medio de hacer efectiva una falsa gratuidad”, apuntan desde el sector.Por todo ello, los libreros auguran graves consecuencias educativas, económicas y culturales si se adopta este “sistema de falsa gratuidad” y aboga por implantar modelos de gratuidad modernos y eficaces, desde el punto de vista pedagógico, económicamente viables y socialmente justos basados en ayudas directas a las familias, que ”como el cheque libro, han demostrado su excelencia desde el punto de vista pedagógico y no dañan la estabilidad del sistema del libro”. En Extremadura convive un doble sistema de becas a través de la Consejería de Educación y el ministerio. El nuevo modelo, que podría hacerse efectivo en la enseñanza obligatoria a partir del próximo curso 2008-2009, sustituiría al actual sistema de becas para la adquisición de libros, que se ha aplicado hasta ahora y que permite al alumno conservar los libros en propiedad, algo que no sucederá si se adopta el sistema de préstamo. Ventajas del cheque libroSegún el sector, las ventajas del cheque libro se centran en que el alumno es el propiedad de libro, que le “facilita el uso del manual como una herramienta fundamental de aprendizaje, de uso personal e individual y colectivo en escuelas y bibliotecas. Desde el punto de vista de la economía familiar, los padres deben observar este gasto como una inversión en el futuro de sus hijos”. Desde el punto de vista económico, “el gasto público en el modelo de cheque libro revierte sobre una actividad productiva, la industria editorial, importante para la economía y la cultura española, mientras que en el sistema de préstamo, el Estado debe destinar recursos adicionales tanto para la restauración como para la guarda custodia y administración de los libros que se prestan una y otra vez”. Por el contrario, los libreros considera que el préstamo implica numerosas desventajas y aducen que se trata de un modelo abandonado por los países de la Unión Europea por “obsoleto, nefasto e inadecuado pedagógicamente, ya que no permite utilizar el libro de texto como principal herramienta de aprendizaje; y es social y culturalmente discriminatorio, porque divide a los niños en ricos y pobres: los que usan libros de segunda mano y los que utilizan manuales nuevos”.Asimismo, “por añadidura, en las familias menos favorecidas, los libros de texto son a menudo los únicos que entran a formar parte de la biblioteca familiar. Extremadura tiene el índice de lectura más bajo de España con un 49,5%, muy alejado de la media nacional 56,9, y además tiene un elevado índice de fracaso escolar (30%)”, aducen. El sector del libro cree que no es aconsejable emprender tales "experimentos" con la educación, “al menos, sin la realización de los imprescindibles estudios previos que analicen y sopesen todas las consecuencias, teniendo en cuenta la experiencia que al respecto pueden aportarnos los países de nuestro entorno”. “Económicamente, el sistema es costoso, ya que inevitablemente desvía una importante partida de los recursos destinados a los libros a gastos derivados de su almacenamiento y custodia y gestión del préstamo”.