Cuando oigo que la agricultura aguanta mejor la crisis, me dan ganas de pedir que no cuenten películas". El secretario general de UPA-UCE en España, Lorenzo Ramos, manifestó esta queja mientras acompañaba ayer a su homólogo en Extremadura, Ignacio Huertas, en la presentación del anuario de la organización y ambos aprovecharon para alertar sobre la grave situación por la que, a su juicio, atraviesa el sector agrario.

¿Las causas? Básicamente, los bajos precios que los agricultores y ganaderos perciben por sus productos frente a los elevados costes de producción a los que deben enfrentarse, aderezado con la falta de financiación que está asfixiando a muchos empresarios y que, según Huertas, tiene paralizados sectores como el porcino o el vitivinícola en la región.

Para sustentar estas afirmaciones, Huertas repasó las previsiones de UPA-UCE para los diversos sectores agroganaderos este año. En la mayoría de los casos, las producciones caen, aparte de sufrir problemas adicionales --como los derivados de la falta de lluvias-- en algunas áreas concretas. Es por ello, que tanto Huertas como Ramos solicitaron que se mantengan e incrementen las medidas de apoyo al sector agrario y, muy especialmente, se intervenga sobre la cadena de valor para evitar que los agricultores y ganaderos continúen vendiendo por debajo de costes mientras otros se enriquecen con sus productos.

POR SECTORES Desglosando la situación del sector agroganadero, Huertas comenzó denuncaindo los efectos perversos de la falta de lluvias para la agricultura de secano (sobre todo los cultivos herbáceos y concretamente los cereales, cuya producción cae un 40%) y la ganadería extensiva.

En este último ámbito, destacó la situación del porcino ibérico, que aseguró "prácticamente paralizado" por la falta de crédito, si bien mostró su esperanza de que los acuerdos alcanzados la semana pasada con la Junta para dotar de financiación al sector, así como controlar el cumplimiento de la Norma de Calidad del Porcino --ante cuya ineficacia no descartó su desaparición--, tengan efecto próximamente. También llamó la atención sobre el ovino y caprino, que, manifestó, está pendiente de reestructuración, puesto que las medidas tomadas hasta ahora solo están afectando al 30% de las explotaciones.

En cuanto al olivar tradicional, Huertas denunció que en Extremadura se sigue produciendo "por debajo de costes", a lo que, añadió, se unen los daños por heladas en el norte de Cáceres. Asimismo, destacó la preocupante situación del viñedo, derivada de la falta de financiación y la disminución del consumo, por lo que abogó por el pago de la ayuda de destilación al productor (a lo que se ha comprometido la Junta antes del 15 de agosto), la apertura de líneas de financiación, así como de la posibilidad de destinar parte del vino a la producción de biocombustibles.

TOMATE AL ALZA Por lo que se refiere al regadío, el responsable regional de UPA habló de un nivel productivo "normal" en general, si bien señaló que hay problemas en ciertos sectores, como demuestra la significativa reducción de la superficie cultivada de cereal, en 17.000 hectáreas (hay 43.000 en total), que vinculó a sus bajos precios. En consecuencia, explicó, muchos agricultores han cambiado de producción, optando sobre todo por el tomate para transformación. De hecho, la superficie cultivada ha aumentado en 7.000 hectáreas (hasta las 26.000 en total), lo que provocará un exceso de producción que reducirá la ayuda, lo que a juicio de Huertas debería compensarse con el precio en industria.

Otro cultivo de regadío, el arroz, también ha subido en superficie cultivada (en más de 3.000 hectáreas hasta acercarse a las 30.000), pese a que sus precios han caído un 50%, según refirió Huertas, que vinculó la caída a la especulación, unida a la competencia de terceros países. Por otro lado, abogó por la autorización temporal del malatión --un insecticida-- contra la plaga de la pudenta, ante la ausencia de alternativas viables.

Respecto al tabaco, Huertas se limitó a destacar la situación de "elevada incertidumbre" que padece este sector y valorar el esfuerzo presupuestario de la Administración pública, que ha diseñado un plan de ayudas que suma unos 190 millones, pero que aún debe ser aprobado por la Unión Europea. Entretanto, Huertas abogó por que la mejora del precio comercial y la formalización de compromisos de compra para varios años.

Finalmente, sobre la fruta, el secretario regional de UPA contrapuso el buen nivel de producción (que aumenta un 15%) con los bajos precios y los elevados márgenes comerciales. Como ejemplo, citó los casos de la sandía y el melón, por cuyo kilo los productores están cobrando 6 y 10 céntimos respectivamente. "Solo hay que pasarse por un supermercado para ver la diferencia", denunció Huertas que, con Ramos, situó este como el principal problema del sector agrario. "No nos quedaremos quietos hasta que esto cambie", afirmaron.