Los tabaqueros extremeños han anunciado un nuevo calendario de movilizaciones para intentar frenar la reforma del sector que pretende llevar a cabo la Comisión Europea y que supondría un importante recorte de ayudas a este cultivo. El objetivo de los encierros y de una manifestación en Madrid es intentar paralizar la reforma de la OCM del tabaco, que posibilitaría un desacople de las subvenciones europeas y la casi segura desaparición de la producción en el norte extremeño.

Según anunció ayer la Mesa para la Defensa del Tabaco, los actos de protesta se iniciará los días 22 y 23 de enero en Cuacos de Yuste, para continuar el 29 y 30 en el Ayuntamiento de Coria, y el 5 y 6 de febrero en la localidad de Talayuela. Como colofón está prevista una manifestación de los agricultores extremeños en Madrid el 14 de febrero.

Higinio Burcio, presidente de este colectivo, señaló en declaraciones a EL PERIODICO, que "en estos encierros debe participar todo el mundo", tabaqueros, industriales, políticos y ciudadanos, "ya que no se trata de un problema que afecta solamente a los productores, ni a una zona en concreto, sino a toda Extremadura". Por este motivo confía en que "la participación en los mismos va a ser masiva". Tampoco descartó continuar con otra serie de movilizaciones hasta que el tema llegue a su debate en el Parlamento Europeo.

MANIFESTACION EN MADRID En relación con la manifestación del día 14 de febrero en Madrid, Burcio matizó que la intención de la misma es "apoyar a las personas que están negociando el reglamento".

De otro lado el representante a nivel nacional de la sectorial del tabaco de UPA-UCE, Teófilo Moreno, explicó a Europa Press que los cinco ministros representantes de España, Portugal, Francia, Grecia e Italia, "podrían retrasar el dictamen hasta abril, aunque todo está en manos del Parlamento Europeo y del Comité Económico y Social".

Moreno pidió además a todos los alcaldes, presidentes de las diputaciones de Cáceres y Badajoz, presidente de la Asamblea de Extremadura, Federico Suárez, y a la opinión pública, que se movilicen.

A este respecto la Mesa del Tabaco va más allá y pide "a las instituciones que nos representen en todas las instancias y que transmitan la enorme inquietud creada y el riesgo que supone la aprobación". En la comunidad extremeña, unas 30.000 familias dependen, de forma directa o indirecta, de este cultivo.