Tras dos años al frente de la Federación Extremeña de Folclore, María Fernanda Sánchez Franco ha dejado la presidencia de la organización. Desde el pasado sábado, la trujillana Goyi Delgado dirige la entidad.

El cambio directivo se produce tras diversos enfrentamientos públicos entre la Asociación Tierra de Barros, apoyada fundamentalmente por otras dos asociaciones folclóricas de Badajoz y Valencia de Alcántara, y la ejecutiva que presidía María Fernanda Sánchez.

¿Se habla de las batallas del folclore extremeño y llega usted para reconducir la guerra o para instaurar la paz?

-- A mí no me gusta hablar de batallas en el folclore extremeño ni que nuestros problemas salgan en la prensa. Es verdad que tenemos algunos problemas internos desde hace unos tres años. Desde el gobierno de algunas asociaciones de la federación, en las asambleas de socios, se ha criticado la manera de llevar las cuentas y efectivamente se ha hecho una auditoría y las cuentas se llevaban como se podía, con las cuentas de la vieja. La auditoría estableció que había que llevar las cuentas de una manera más rigurosa y formal. Quienes estamos en la directiva somos voluntarios, sin ser duchos en contabilidad, pero la auditoría ha demostrado que nadie se ha llevado dinero a sus bolsillos. Las cuentas, que eran la causa de los disgustos entre tres asociaciones (Tierra de Barros de Almendralejo, Valencia de Alcántara y Badajoz) y la federación, fueron aprobadas en la asamblea general de socios. Ahí se tenía que haber cerrado todo, pero esas asociaciones siguen diciendo que eso no está bien, siguen machacando a las asociaciones, se da a conocer el tema a los medios de comunicación, interponen una denuncia ante el juzgado. Esas personas no aceptan lo aprobado por la federación democráticamente. Como no se podía trabajar a gusto y había mucha tensión, la junta directiva decidió hacer un expediente sancionador de expulsión de la Asociación Tierra de Barros y las asociaciones votaron con mucho dolor a favor de esa expulsión.

LUCHA POR EL PODER

Estos problemas contables se suelen dar en muchas asociaciones, pero sólo se usan como arma arrojadiza cuando hay una lucha por el poder. ¿No estará sucediendo algo así en este caso?

-- Creo que muchas veces lo que no reconocen las urnas se quiere conseguir incordiando. La federación se está gastando un dinero importante en asesoría y en auditorías que pongan todo en regla y si con eso tampoco estamos conformes, no sabemos qué vamos a hacer. Hay una querella pendiente. El Tribunal Superior de Justicia ha desestimado las querellas presentadas y ha fallado a favor de María Fernanda Sánchez. El Tribunal Superior intervino porque María Ferananda era una persona aforada. Sobre el resto de la directiva, al no estar aforada, tiene que juzgar un tribunal de Badajoz y yo creo que si el Tribunal Superior ha dado este dictamen, el tribunal de Badajoz no cambiará el sentido de la sentencia. Pero será la justicia la qu dirá la última palabra.

¿Por qué deja el cargo María Fernanda?

-- Por motivos de cansancio. No han sido unos años buenos para ella, sino años duros a nivel interno, no a nivel externo, pues se han reforzado las subvenciones y las actividades. Pero no se trabaja bien si ves tu nombre en los periódicos intentando degradarte. A mí me ha dado mucha pena porque María Fernanda tiene una gran capacidad de trabajo.

¿El hecho de que María Fernanda estuviera muy significada políticamente al ser parlamentaria autonómica socialista podría haber influido en estas batallas?

-- Quiero creer que no, pero no lo sé porque también hay otros compañeros de la asociación Tierra de Barros que son de otro signo político y ya se sabe las rencillas que provoca la política. Pero tristemente puede ser que sea así, que por política e ideología pueda haber habido alguna cosilla. Pero eso debería estar al margen.