Había grandes expectativas para este año pero lo cierto es que al final la certificación ha sido más bien escaso en la campaña a punto de culminar. El sello calidad de la ciruela (CIEx, acrónimo de Ciruela de Extremadura) creado como distintivo que identifique a aquellas recolectadas en su punto óptimo de madurez, con el calibre adecuado, la tonalidad idónea y el mejor sabor, no arranca o cuanto menos ha comenzado su andadura con un paso muy lento. «La marca no se conoce y no se demanda», reconoce Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex, que espera que tenga efecto la campaña que se prevé poner en marcha el próximo año para dar a conocer este sello. La propia asociación lo creó en el 2018 como marca de calidad y a principios de este año se convirtió ya en Ciruela de Extremadura, marca pública de garantía amparada por la Junta de Extremadura. Pero lo cierto es que en la campaña a punto de terminar «no se ha permitido que se certifique casi nada», dice Gómez.