La Semana Santa de Mérida ha terminado marcada por la polémica surgida en la Hermandad y Cofradía del Calvario tras la procesión del Santo Entierro, celebrada el Viernes Santo.

Según explicó el hermano mayor de la Cofradía, Juan Ignacio Avila, ese desfile fue suspendido por la lluvia y una vez que los pasos estuvieron en la Concatedral recibió un aviso de que estaba siendo "atacado" por el canal que retransmitía la procesión, Telemérida. En ese momento, reconoció ayer, se "derrumbó" y ante los miembros de la Hermandad anunció su dimisión. La Junta de Gobierno de la Cofradía, en reunión extraordinaria, le ratificó en el cargo. Avila dice que se vino "abajo" tras una semana en la que cree que ha sido "masacrado de forma indigna" y señaló que esta semana presentará denuncias contra La Capital, Telemérida y la emisora municipal Radio Forum.

Por su parte, Mario Hernández, responsable de la polémica retransmisión de Telemérida, aclaró a través de un escrito que "en ningún momento" se insultó a Avila. Así, defiende que sólo se criticó "la lentitud del desfile en la Plaza de España" y la mala organización durante la recogida de los pasos.