Hasta tal punto indignó a un catalán la frase "los catalanes son unos cretinos", que supuestamente habría pronunciado el presidente de la Junta de Extremadura, que aquel no dudó en presentar una denuncia por injurias contra Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

No lo pensó dos veces y acudió a la justicia, pero finalmente su objetivo, conseguir un castigo para el alto mandatario extremeño, no ha prosperado.

El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) ha resuelto que tal querella es inadmisible, y ha acordado el archivo de las actuaciones.

Fue el pasado 20 de julio cuando en el TSJEx se recibía, procedente del Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona, las diligencias abiertas por la denuncia que por injurias había presentado Albert Ginesta Pujol contra Rodríguez Ibarra. Una vez estudiado el caso, con fecha 10 de agosto el TSJEx dicta un auto --contra el que cabe recurso-- por el que se acuerda "la inadmisión de la querella y el archivo de las presentes actuaciones".

Se basa para ello en cuestiones como "la omisión de datos que puedan probar el delito", tales como la fecha de emisión de la presunta frase injuriosa o el lugar en que se profirió, un dato, se advierte, determinante de la competencia de este tribunal, "pues de haberse consumado los hechos delictivos fuera de esta Comunidad la competencia para su enjuiciamiento se derivaría al Supremo".

Y a esto se añade la consideración de que la frase citada, por sí sola, "y aparte de lo desafortunado de su manifestación", habría de valorarse en el contexto en que se pudo formular, que se desconoce. El alto tribunal concluye que el querellante no aporta prueba alguna que acredite la relevancia penal pretendida a su imputación, que acredite "los datos o elementos fácticos que pudieran aparecer como constitutivos del delito de injurias". Una sentencia molt fort (muy fuerte) que dirían los catalanes.