El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha denunciado 910 construcciones ilegales en Extremadura --428 en Badajoz y 482 en Cáceres--, entre enero del 2005 y junio de este año. De este modo, los agentes ecológicos de la Guardia Civil habrían detectado una media de 1,6 casos al día, aunque no llevaron a cabo ninguna detención.

Este recuento engloba todas las infracciones en materia de ordenación territorial localizadas por el Seprona en las zonas rurales, que están bajo su protección. En concreto, se trata de obras erigidas en suelo no urbanizable común o legalmente protegido, como las vías pecuarias o los parques naturales.

A nivel nacional, los efectivos de la Benemérita notificaron 12.832 denuncias, lo que significa que cada día localizaron casi 24 construcciones ilegales, un promedio muy superior al extremeño. Sin embargo, cabe destacar que la provincia cacereña fue la sexta más infractora del país el año pasado, con 321 casos, 37 más que en Badajoz.

CARENCIA DE LICENCIA En Extremadura, la mayoría de las denuncias cursadas por el Seprona corresponden --según detallan agentes del cuerpo-- a obras sin licencia, ejecutadas muchas veces en suelo no urbanizable, aunque no siempre protegido. "Suelen ser casas de campo construidas por los propios propietarios y situadas, habitualmente, en terrenos en los que está prohibido edificar, aunque no tengan valor ecológico", apuntan.

Otra infracción frecuente consiste en construir en las franjas de servidumbre de las masas de agua continental, o sea, a 100 metros de los márgenes de los ríos, embalses, etcétera, como ocurre a orillas del pantano de Orellana. Por supuesto, se trata de obras sin autorización, "porque se ubican en terrenos inundables, en los que resulta peligroso levantar una vivienda", señala la Guardia Civil.

Los agentes extremeños también se emplean en proteger las vías pecuarias, destinadas al tráfico del ganado y de uso común, así como los espacios protegidos, donde construir constituye un delito. Para velar por el respeto de todos estos elementos, el Seprona lleva a cabo patrullas preventivas principalmente, aparte de investigar las denuncias interpuestas por los ciudadanos u otras entidades.

En caso de descubrir una infracción, en primer lugar, los agentes determinan quién es el responsable (normalmente, el propietario o promotor). A continuación, comunican la falta a la autoridad competente y, si estiman que supone un comportamiento delictivo, la ponen en conocimiento del poder judicial.