La sequía que padece Extremadura desde hace casi un año amenaza el abastecimiento de agua en poblaciones de cinco comarcas, según apuntó ayer el director general de Infraestructuras, Javier Manso. Por ello, anunció que la Junta va a poner en marcha medidas inmediatas para evitar que estas localidades sufran a corto plazo problemas de suministro.

Manso manifestó que la situación más preocupante se centra en pequeños núcleos de las comarcas de La Vera, Las Hurdes, Valle del Jerte y Campo Arañuelo, así como en la mancomunidad de aguas de Jaime Ozores. Entre las localidades afectadas estarían Pasarón, Robledillo, Rubiaco, Viandar, Aceuchal, Villalba de los Barros o Garrovillas.

"Son, en todo caso, problemas puntuales que afectan a poblaciones concretas, porque el abastecimiento en la región está asegurado con carácter general", tranquilizó el director de Infraestructuras, y añadió: "Vamos a actuar ya para evitar tener que lamentarnos cuando empiece a faltar el agua".

Manso comentó que las localidades que pueden darse los problemas no se abastecen de los embalses, sino de arroyos o pozos. "En general, son poblaciones situadas en cotas altas, que toman el agua de los cauces del deshielo, pero este año, al haber poca nieve, pueden quedarse sin reservas", apuntó.

El plan que diseña la Junta, y que estará listo en dos o tres semanas, contempla soluciones para cada uno de los núcleos afectados. Estas soluciones pasan, en la mayoría de los casos, por la localización de pozos que puedan ser utilizados en el caso de que se secaran los arroyos que dan suministro, o en la realización de obras para llevar agua a las poblaciones desde pantanos cercanos.

En este sentido, una portavoz de la Confederación Hidrográfica del Tajo indicó que también hay un plan concertado con el Ejecutivo regional para dotar de infraestructuras de abastecimiento a los municipios pequeños que aún no las tienen.