El agua es un recurso escaso, aunque los ciudadanos de los países desarrollados a veces se olviden de ello. Sin embargo, las dificultades que puede provocar su ausencia y la falta de lluvias en los últimos meses ya ha provocado que se activen las primeras alarmas en Extremadura, como demuestra la prealerta por sequía en la cuenca del Guadiana o las obras de emergencia que han tenido que llevarse a cabo en tres comarcas para abastecer a sus pueblos.

Ante este panorama, la alcaldesa de Castañar de Ibor, Ana Irala, ha decidido no quedarse cruzada de brazos y ha recomendado a sus vecinos que conserven el agua de sus piscinas para el próximo verano. Según explica, los dueños de las piscinas deberán cuidar el agua con productos químicos para mantenerla, pues el año que viene, de mantenerse la "situación de extrema sequía" se les prohibirá su llenado.

Irala ha tomado medidas preventivas y asegura que se precintarán los contadores de agua de la red pública, sin dejar atrás los huertos, donde también se procederá a clausurar los contadores. "Apenas hay agua para beber en las casas, mientras se derrocha en las piscinas y en los huertos. Esto no se puede permitir y más vale prevenir que curar", detalla la alcaldesa. En verano, el número de habitantes del pueblo se duplica o incluso, se triplica y no hay agua para todos. Este año han podido salvarse con la que había almacenada en los depósitos, pero no saben si tendrán la misma suerte los próximos.

La alcaldesa no quiere encontrarse con una situación tan "horrible" entonces y, por ello, cree que es mejor tomar una decisión cuanto antes, si bien esta podría modificarse en función del nivel el nivel de agua que alcancen los pantanos durante el invierno. "Quizás sea la pionera en llevar a cabo estas medidas en toda Extremadura, pero seguro que muchos me terminarán siguiendo, ya que no se ve esperanza de solución al problema y esta puede ser una buena vía para ello".

Irala lo ha anunciado por megafonía en el pueblo y a través de bandos para que a los vecinos no les pille desprevenidos. La alcaldesa insiste en que cuanto antes se tomen medidas, antes se acabará con el problema. "Si espero a ver si la situación cambia y por el contrario, termina agravándose, muchos serán los que me echen en cara que no hice nada en su momento". Además de esta iniciativa, añade, también han renovado las tuberías del municipio, que según dice eran muy antiguas, para evitar de este modo roturas y reducir el posible gasto de agua.

Irala está convencida de que los ciudadanos deben concienciarse más con el medio ambiente y colaborar con las iniciativas que se tomen. Asimismo, teme también por la posibilidad de que haya nuevos incendios en la región. Por ello, aconseja a los responsables de medio ambiente que hablen con los habitantes del medio rural, para que estos les ayuden a tomar medidas preventivas ante este posible riesgo.