Pilar Vargas, aficionada al deporte, casada y con una hija, entró en la política a través del PP de Mérida y el alcalde Pedro Acedo, en 1995. Después, fue la vicepresidenta del grupo municipal popular y más tarde, portavoz del PP regional en la Asamblea.

--Defina su trabajo en la Asamblea extremeña

--Soy la portavoz de Jóvenes y Deportes. Estoy encantada, porque creo que este es uno de los pilares fundamentales de la sociedad moderna. Y desde mi partido, trabajamos por la igualdad para todos: las mismas instalaciones, los mismos profesionales o las mismas oportunidades.

--¿Qué se siente al trabajar en la Cámara regional?

--Ser parlamentaria es un honor, y una responsabilidad muy grande, porque intentas transmitir lo que ocurre aquí, trabajando para aportar tu granito de arena.

--Imagino que será una persona muy ocupada...

--(Risas). Sí, aunque si te gusta esto, ni pesan los kilómetros ni el contacto con la gente. La verdad es que no da pereza ninguna, porque es un lujo sentirse realizada haciendo esto.

--¿Cómo concilia entonces vida laboral y familiar?

--Con mucho apoyo de los míos, y con mucha paciencia, porque mi familia es lo que me permite estar aquí.

--Háblenos de sus aficiones

--Pues tengo muchas. La primera es mi familia, y sobre todo mi hija. Aunque también me gusta mucho el deporte, la lectura y el cine. Practico pádel y baloncesto, tengo la suerte de jugar en uno de los pocos equipos femeninos de baloncesto de la región.

--¿Cuál es su mayor satisfacción política?

--Hay muchas. Como he sido parte del equipo local de gobierno de Mérida, destacaría la construcción de la ciudad deportiva, que es la mejor de Extremadura, aunque podría poner miles de ejemplos. En estas cosas veo cómo los sueños pueden hacerse realidades, aunque desde mi partido creemos que ahora no se le está sacando todo el partido que tiene.