El Consejo de Gobierno autorizó ayer la contratación del servicio de teleasistencia por 1,82 millones de euros para los próximos dos años. Con este nuevo contrato, la Junta realizará «un esfuerzo presupuestario extraordinario» para aumentar el número de terminales de los 2.400 actuales a 4.000 y acabar así con la lista de espera que acumula este servicio que presta atención a las personas mayores que viven solas. Según explicó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Gil Rosiña, había un total de 1.934 personas esperando un dipositivo y gracias a este nuevo contrato «poco a poco» se llegará a todos ellos.

La teleasistencia es un servicio que ofrece una respuesta inmediata ante situaciones de emergencia, inseguridad, soledad y aislamiento, con el fin de favorecer la permanencia de los usuarios en su medio habitual. Los beneficiarios cuentan con un dispositivo que deben llevar encima y cuando se presenta una de las situaciones mencionadas, simplemente han de pulsar un botón que les comunica telefónicamente para recibir ayuda.

La teleasistencia es una de las prestaciones que incluye la ley de dependencia y al respecto, Gil Rosiña recordó ayer el «extraordinario esfuerzo» que hace la Junta al financiar el 80% de las prestaciones cuando en la propia ley se recoge que la aportación debe ser al 50% entre el estado y las autonomías. «Confiamos en que el nuevo futuro gobierno de España cumpla con ese compromiso que es una necesidad prioritaria para regiones como la nuestra», dijo Gil Rosiña.

El servicio de teleasistencia está dirigido a personas mayores de 65 años y se convierte en un recurso de especial referencia para las personas que viven solas y para las mayores de 80 años. No obstante, matiza que en los últimos años se está dirigiendo a otros grupos de población adulta, no mayores, que presentan diferentes grados de dependencia con una finalidad «claramente preventiva».