Que no haya más de 70.000 personas en las listas de espera del Servicio Extremeño de Salud (SES). Este es el objetivo marcado por la Consejería de Sanidad para lo que resta de esta legislatura. «Estimamos que podemos llegar a situarnos como en el año 2011, en ese momento la lista de espera no era mala y ese es nuestro objetivo», señaló el consejero José María Vergeles el pasado lunes. Ese año, el último de la anterior legislatura socialista, comenzó con casi 66.000 extremeños esperando una intervención quirúrgica, una consulta o una prueba diagnóstica. Y alcanzar esas cifras es todo un reto porque supone reducir casi a la mitad las listas de espera actuales. El 31 de diciembre de 2017 eran más de 134.000 personas las que estaban esperando ser atendidos por el Servicio Extremeño de Salud, según los últimos datos oficiales difundidos en enero.

«Desgraciadamente tuvimos un inicio de la legislatura con una lista de espera muy abultada y nuestro objetivo es llegar a los datos que teníamos en el 2011», insistió Vergeles esta semana.

¿Cómo? Pues con las acciones planteadas en el II Plan Operativo Integral de Listas de Espera en el que se emplearán casi 20 millones de euros para el ejercicio 2018-2019. Este plan contempla varias medidas y entre ellas destaca el programa de eficiencia quirúrgica que ya está implantado en la región y que desde este año se aplicará también a las consultas externas y a las pruebas diagnosticas. En resumen, este programa permite que los profesionales trabajen por las tardes para ir dando salida así a los usuarios en listas de espera más allá de la jornada matinal y a cambio el SES paga a este personal las horas extras con incentivo económico (que no detalla). Este año dispone de ocho millones para abonar esos incentivos, dos más que el año pasado porque la idea es impulsarlo.

ESTÁNDARES / Pero no todos los sanitarios pueden tener opción realizar esa actividad extraordinaria fuera de su jornada y tener ese incentivo. «Solo tienen accesos a los quirófanos por la tarde aquellos que hayan cumplido el tiempo de quirófano por la mañana; esto no son las clásicas peonadas y eso quiero que queda claro, porque parece que como abrimos los quirófanos por las tardes no se opera por las mañanas y eso no es así», subrayó el consejero recientemente.

De esta forma, solo tienen posibilidad de hacer horas extra aquelos servicios clínicos que cumplan con los estándares marcados en todos los servicios de la región y que además su rendimiento haya aumentado respecto al mismo periodo del año anterior. «Lo que hacemos es que estimamos el tiempo que se debe tardar de media para una intervención quirúrgica determinada y eso lo dividimos entre el tiempo de quirófanos y ese sería el estándar que tienen que cumplir los equipos quirúrgicos; todos los que aumenten su activididad por encima de ese estándar y que lo hagan con suficiente calidad tendrán incentivos porque estarán incidiendo en una bajada de las listas de espera», explicó el consejero de Sanidad. De momento, en el último trimestre del 2017 las áreas de salud de Mérida, Badajoz y Plasencia fueron las que mejores resultados obtuvieron en el plan de eficiencia quirúrgica, es decir, aquellas donde más aumentó esta actividad por las tardes.

Y esto mismo es lo que se hará ahora con las consultas externas y las pruebas diagnósticas, donde las listas de espera son más abultadas que las quirúrgicas.

Este programa de eficiencia se suma a otras acciones incluidas en el plan operativo integral y que tienen el mismo objetivo: rebajar las esperas sanitarias. Entre esas otras acciones, la consejería destaca el aumento de la resolución de la Atención Primaria, la potenciación de la cirugía mayor ambulatoria, la creación de estructuras de coordinación en las áreas de salud, la potenciación de los trabajos en la oficina central y el observatorio de listas de espera, el impulso de las herramientas de la esalud para agilizar las interconsultas entre profesionales y las consultas no presenciales, la implantación de procesos asistenciales, vías y guías clínicas, la mejora de la productividad disminuyendo la variabilidad y la contratación de profesionales con los fondos obtenidos en el programa de eficiencia, entre otras acciones específicas de cada una de las áreas de salud en función de sus necesidades, especifican desde la Consejería de Sanidad. Todo con un reto: no sobrepasar los 70.000 pacientes en lista de espera al final de la actual legislatura.