La Consejería de Sanidad diseña la estructura de un sistema de vigilancia de las infecciones que afectan a los pacientes como consecuencia de la asistencia sanitaria, algo que se calcula que afecta a entre un 5% y un 10% de los enfermos hospitalizados. La Junta de Extremadura trabaja en una orden que defina el procedimiento de control que se seguirá, como una prolongación de la Red de Vigilancia Epidemiológica de Extremadura, que se creó hace más de dos décadas.

El objetivo de esta orden es la creación de un sistema específico que facilite la obtención de una información epidemiológica homogénea, sistemática y de calidad con una metodología estandarizada que facilite el diseño y aplicación de estrategias de Salud Pública en la región frente las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (conocidas como IRAS). Lo que se pretende es asegurar la comunicación de la existencia de casos de infecciones relacionadas con la atención al paciente para garantizar su seguridad.

Se estima que entre un 20% y un 30 % de las IRAS se pueden prevenir mediante programas de control de la infección e higiene, «por ello los sistemas de vigilancia son una importante herramienta en el logro de este objetivo», indican fuentes de la Consejería de Sanidad. Las mismas recuerdan además que este tipo de afecciones están causadas por organismos que viven en los propios centros hospitalarios y aprovechan la debilidad de los enfermos o la continua exposición del personal sanitario. Suponen un importante problema de salud pública y de la asistencia sanitaria y sociosanitaria cuya magnitud valoran en le SES «por su trascendencia humana, social, sanitaria, económica y legal», y además constituye un indicador de calidad de la asistencia sanitaria.

costes/ «Los costes de las IRAS no deben ser contemplados sólo como costes económicos por costes directos relacionados con el aumento de las estancias hospitalarias, la necesidad de tratamientos y pruebas adicionales y posibles reingresos, sino también a los costes indirectos como serían las bajas laborales de los pacientes», señalan desde el SES. A esto añaden además los costes intangibles derivados de la carga e enfermedad y del sufrimiento de los pacientes, dolor, discapacidad o daño psicológico que influye a su vez en los familiares y personas cercanas al paciente y la pérdida de años de vida.

El Parlamento Europeo y el Consejo de Europa emitieron en 2009 una recomendación en materia de seguridad del paciente que abordaba la necesidad de prevenir y luchar contra este tipo de infecciones e instaba a los estados miembros a establecer para ello medidas de salud pública, dada su importancia como amenaza transfronteriza.