En medio de la incertidumbre y la multitud de dudas generadas sobre el SARS-CoV-2 y la enfermedad que produce, el covid-19, empieza a haber algunas certezas y evidencias, una de ellas relacionada con el plasma de los pacientes que han superado la enfermedad. Todavía falta tiempo y datos para hacer estadísticas y sacar conclusiones; hay de hecho varios ensayos clínicos en marcha, pero dentro del colectivo sanitario se ve como una opción el tratamiento con plasma autoinmune, que está dando resultados en algunos pacientes covid, especialmente en las fases más iniciales de la enfermedad.

Por eso, esta es una de las puertas abiertas para tratar la enfermedad que provoca el SARS-CoV-2 mientras se sigue investigando a contrarreloj para encontrar el recurso científico más importante para detener el coronavirus: la vacuna. Y mientras eso se consigue, uno de los tratamientos más rápidos en cartera para los sanitarios que atienden a los afectados puede ser el uso de plasma autoinmune. «En un informe reciente de la OMS se indica que los primeros resultados con el uso de plasma de convaleciente sugieren que puede ser una modalidad de tratamiento potencialmente útil para el covid-19», destaca el Ministerio de Sanidad. Y por ello, está recomendando a los distintos servicios de salud de las comunidades que busquen donantes que hayan superado la enfermedad y hagan acopio de plasma autoinmune al covid-19 en previsión de que pudiera haber una segunda oleada de casos mientras llega la vacuna.

Y así lo está haciendo el Servicios Extremeño de Salud (SES), que siguiendo esta recomendación del Ministerio de Sanidad continúa extrayendo y procesando sangre de extremeños que han superado el coronavirus en las últimas semanas.

De ello se encargan los profesionales del Banco de Sangre de Extremadura, que viene realizando entre dos y seis donaciones por semana. En estos momentos, según informan desde la Consejería de Sanidad, el Banco de Sangre extremeño ha recibido ya un total de 38 donaciones de supervivientes al covid-19. «De ellas, 22 han resultado válidas, 15 nulas y dos se encuentran en procesamiento», apuntan. En cada una de las donaciones válidas puede obtenerse plasma suficiente para llevar a cabo dos tratamientos.

Prueba complementarias

Hay que recordar que tras la donación, el plasma se procesa y además se le hace las pruebas que determinan los anticuerpos anticoronavirus, lo que se llama el IgG (inmunoglobina G) y el IgM (inmunoglobina M), que es la prueba que determinará si ese donante ha generado una cantidad de defensas suficientes para que se pueda aprovechar su plasma.

La clave de este tratamiento y de que se siga haciendo acopio de este material sanguíneo no solo en Extremadura, sino en otras regiones, está en que existen evidencias de su efectividad en la fase inicial de la enfermedad. Así lo explicaba en una entrevista reciente en este diario el director del Banco de Sangre de Extremadura, José María Brull, defensor de este tipo de tratamientos con plasma que, además, ya se han empleado y ha dado buenos resultados en otras epidemias de coronavirus, como por ejemplo el MERS (síndrome de Oriente Medio) en el 2014.

La donación de plasma se realiza por el proceso de aféresis tanto en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres como en el Hospital Universitario de Badajoz y los requisitos para poder ser donante son básicamente los mismos que para la donación de sangre, con una franja de edad que va de los 18 a los 60 años pero, en este caso en concreto, se requiere también que el usuario tenga dos PCR negativas frente al covid-19, «la segunda se la podemos hacer aquí antes de la donación, pero ya tiene que venir de casa con una PCR negativa y llevar al menos 14 días sin síntomas de ningún tipo por muy banales que sean», explicaba Brull.

Un paciente curado y otro, con patología grave previa, fallecido

Dos pacientes extremeños contagiados de coronavirus han recibido transfusiones de plasma autoinmune en el Servicio Extremeño de Salud desde que comenzó la pandemia en la comunidad. Son dos experiencias que han tenido un resultado distinto, pero que se han llevado a cabo también en pacientes diferentes.

El primero en recibir el tratamiento con plasma fue un ingresado en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, que el pasado 23 de abril fue transfundido cuando estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos. Tras el tratamiento de plasma, tuvo una evolución que los facultativos que le atendieron valoraron como «espectacular» y apenas una semana pudo después abandonar la UCI y pasó a la planta del hospital. Aún así, los médicos aseguraron que su mejoría no se puede atribuir con total certeza al tratamiento con plasma, al haberse empleado solo en un paciente, pero no hay dudas sobre la evolución favorable de este usuario con coronavirus. De hecho, ha sido el paciente con covid-19 que menos tiempo ha estado en una UCI.

De entre 50 y 60 años y con antecedentes que pueden considerarse factores de riesgo, este paciente infectado empezó a mejorar «rápidamente» tras una primera reacción alérgica y actualmente se encuentra ya en casa recuperado. «Tiene PCR negativa y cuenta con anticuerpos frente a la covid-19», informan desde el SES.

No ha sido la misma evolución que ha tenido la segunda persona que ha sido tratada con plasma autoinmune en la región. En el caso de este usuario, que padecía una grave enfermedad de base antes de contraer el coronavirus y estaba ingresado en el Hospital de Mérida, la evolución no ha sido positiva y el paciente lamentablemente ha fallecido, según informan desde el SES.