Afalta de unos días para que culmine la campaña de la gripe, el 75% de la población diana se ha vacunado en Extremadura. El virus aún no ha alcanzado el nivel epidémico (la máxima incidencia de la enfermedad llegará en las próximas semanas) y el SES aún dispone de casi 60.000 dosis para hacer frente a las necesidades de última hora que pudieran surgir. La campaña de este año miraba sobre todo al personal sanitario y las mujeres embarazadas y según confirman desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, se está desarrollando «con total normalidad» en los centros de salud de la región.

El periodo de vacunación comenzó el pasado 4 de noviembre y finalizará el 10 de enero. De las 214.750 dosis adquiridas para esta campaña, a 16 de diciembre se habían administrado y registrado en el sistema informático del SES 181.933 (el 75%), de las que 5.004 corresponden a personal sanitario. En cuanto a la incidencia de la gripe, en Extremadura todavía no se ha alcanzado el nivel epidémico y la previsión es que se sobrepase a partir de la próxima semana. El SES confía en que «como viene ocurriendo durante los últimos años», la incidencia de la enfermedad sea «relativamente baja», con un número de casos que podría situarse entre 15.000 y 20.000. Según recuerda, el año pasado fueron alrededor de 16.000, 189 de ellos graves. De estos últimos, solo el 33% estaban vacunados y se registraron 33 fallecidos.

POBLACIÓN DE RIESGO / La vacunación está indicada para mayores de 60 años (especialmente si viven en residencias); personas con enfermedades crónicas pulmonares o cardíacas, diabéticos, con obesidad mórbida, insuficiencia renal, cáncer, bajas defensas, y mujeres embarazadas. Para este año el SES se ha marcado dos objetivos: llegar a inmunizar al menos al 65% de la población mayor de 65 años y al 40% de las mujeres embarazadas y el personal sanitario. Entre los médicos y enfermeros las tasas de vacunación se sitúan actualmente en el 24%, una de las más bajas del país (la media está en el 33%) pese al potencial riesgo al que están expuestos.

La vacunación busca reducir la frecuencia de la gripe en la población con factores de riesgo y evitar las complicaciones respiratorias, así como reducir los ingresos hospitalarios y la mortalidad, especialmente en los meses de «frío seco», que es cuando se producen las máximas concentraciones de virus en el ambiente que provocan las epidemias estacionales.