Una indemnización de 12.000 euros tendrá que pagar el Servicio Extremeño de Salud a una paciente por las secuelas que sufre por una prueba médica realizada.

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha estimado el recurso presentado por M. S. S., que fue sometida a una tomografía axial computerizada (TAC) sin que se tuviera en cuenta que presentaba "unas complejidades propias que excedían del riesgo general que ofrece esta técnica".

Por ello, la Sala falla que se le debe indemnizar, aunque con 12.000 euros, y no con los 23.992 que ella reclamaba, "porque la intervención le ha ocasionado una cicatriz en el antebrazo derecho de 22 centímetros y limitaciones de dicho miembro, pero sin que conste en las conclusiones la incidencia de esas secuelas para su actividad".