La sanidad extremeña tiene asignadas casi un centenar de habitaciones, repartidas en sus ocho áreas hospitalarias, para atender a los posibles casos que por gripe aviaria pudieran infectarse en Extremadura. A pesar de que la enfermedad aún no ha sobrepasado la barrera del ámbito veterinario y tampoco han sido localizados casos en aves salvajes en España, el Servicio Extremeño de Salud tiene activado todos los mecanismos de prevención.

Aunque el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de Salud recomiendan que todos los sistemas sanitarios tengan asignados hospitales de referencia, en el caso extremeño la Consejería de Sanidad y Consumo ha optado por dotar con habitaciones de referencia a los ocho hospitales del sistema público en la región: San Pedro de Alcántara, en Cáceres, Infanta Cristina, en Badajoz, así como a los centros de Mérida, Don Benito-Villanueva, Plasencia, Navalmoral, Coria y LLerena. "El objetivo es que, en el hipotético caso de hubiera infección en una persona, el paciente no tuviera que desplazarse a otro hospital que no sea el de su zona", señaló a este diario Pedro García Ramos, director general de Consumo y Salud Comunitaria de la Junta.

PARECIDAS A LAS UVI Estos hospitales cuentan con un total de 80 habitaciones, de similares características a las de las unidades de vigilancia intensiva, que suelen ser utilizadas también en casos derivados de enfermedades contagiosas.

Además, el SES tiene habilitadas 10 habitaciones especiales (4 en Cáceres, 2 en Badajoz, 2 en LLerena y 2 en unidades móviles) que posibilitarían un aislamiento total de la persona afectada. "En los primeros momentos es fundamental tener controlado al paciente para evitar una posible propagación. Y no debemos olvidar que las consecuencias posteriores siempre dependerán de la eficacia de la atención inicial que puedan llegar a ofrecer los profesionales sanitarios", asegura García Ramos.

Con estas medidas, Extremadura tiene preparados sus protocolos con los procedimientos a seguir en el caso de detectarse la infección de la gripe aviaria en humanos. Estos documentos de actuación son similares en todas las comunidades y parten de los de la OMS y el Ministerio de Sanidad. El plan regula desde el tipo de habitación a emplear (individuales) a los sistema de ventilación con los que tienen que contar (presión negativa), pasando por el instrumental que han de portar sanitarios y enfermos.

Las 10 habitaciones especiales (de presión negativa) están dotadas con sistemas de ventilación individuales, que impiden la salida del aire y los virus del interior cuando se abre la puerta por la que entra el personal, imposibilitando que esos virus afecten a otros espacios hospitalarios.

Sobre este asunto, el Ministerio de Sanidad y las autonomías analizaron durante esta semana los sistemas de vigilancia en una reunión en la que pusieron en común sus planes regionales de prevención y respuesta frente a la gripe aviaria. Según informó Sanidad, los sistemas de vigilancia constituyen un aspecto clave para la detección precoz de la pandemia. También se debatió sobre la respuesta de emergencia que debe ponerse en marcha inmediatamente después de detectarse los primeros casos y de forma coordinada.