El plasma de aquellas personas que han superado el covid-19 es uno de los tratamientos que está funcionando en los pacientes que están sufriendo en estos momentos la enfermedad. Su uso se ha ido extendiendo progresivamente en prácticamente toda España y también en Extremadura. Desde que se empezó a aplicar como tratamiento contra el covid-19 en los hospitales de la comunidad (en abril se realizó la primera transfusión a un paciente extremeño en Cáceres), el Servicio Extremeño de Salud (SES) ha administrado ya este tratamiento con plasma de personas con anticuerpos a un total de 89 pacientes extremeños (datos hasta el pasado 20 de octubre). Estos han recibido 113 dosis de plasma hiperinmune (también lo llaman plasma de convaleciente), ya que en algunos casos se administran dos unidades a un mismo enfermo.

Mérida es el área de salud que concentra un mayor número de pacientes con este tratamiento, un total de 31 hasta la fecha. Le sigue el área de Cáceres, donde se ha administrado plasma con anticuerpos a 29 pacientes; Badajoz con 16 pacientes con este tratamiento y las áreas de Plasencia y de Don Benito-Villanueva de la Serena, con cinco usuarios cada una. En Llerena-Zafra solo dos pacientes han recibido transfusiones de plasma y uno en el caso de Navalmoral de la Mata.

Según explican desde el SES, este tratamiento en el que se emplea una parte de la sangre de personas ya curadas «se utiliza de manera general en las unidades de cuidados intensivos (UCI), pero en la mayoría de los hospitales también se aplica en las unidades de cuidados intermedios (UCRI) y por parte de los servicios de Medicina Interna».

Un aliado

Se ha convertido, por tanto, en un aliado importante en la batalla contra el covid-19 que libran los enfermos más graves, lo que supone que haya aumentado la demanda de los profesionales de los hospitales extremeños al Banco de Sangre de Extremadura, que pide más donaciones. «El SES está trabajando para resolver las dificultades de suministro que pueda plantear este aumento de la demanda», señalan desde la Consejería de Sanidad. Y así lo confirma el director del Banco de Sangre de Extremadura, José María Brull. ¿Hay desabastecimiento? «Estamos pasando alguna dificultad para suministrar todo lo que se nos pide, pero depende del grupo sanguíneo y del día; estamos trabajando para solucionarlo y esperamos normalizar la situación la próxima semana si las jugadas planteadas para los próximos días salen bien», apunta.

Pero previendo que la pandemia sigue en ascenso y el aumento de los contagios es continuo, la falta de donantes de plasma hiperinmune es evidente. Por eso hace un llamamiento: «Nos vendría muy bien que las personas que hayan pasado el covid, se encuentren bien y lleven al menos cuatro semanas libres de síntomas se pongan en contacto con nosotros por teléfono (924 31 46 86) o en el Facebook del Banco de Sangre de Extremadura. Nos podremos en contacto con ellos para citarles aquí o derivarles al lugar más cercano donde poder donar», explica Brull.

No obstante, también se puede donar en las colectas habituales que organiza por toda Extremadura esta institución del SES. «Ahí también se realizan las pruebas de anticuerpo y los casos que dan positivo los dejamos aparte. Otra opción sería la posibilidad de extraer solo el plasma a través del proceso de aféresis, que solo se puede llevar a cabo en los hospitales de Cáceres y Badajoz.

En estos momentos, dice, los supervivientes al covid son como los niños mimados de la donación. Recuerda que no solo utilizan su plasma hiperinmune, sino que los hematíes y las plaquetas de su sangre también sirven. Y es raro el día que no aparece algún paciente que haya superado el covid-19 en las distintas recogidas de sangre habituales. «Depende del lugar de la colecta, pero normalmente todos los días hay alguno». Hasta el 30 de septiembre, el 2,81% de los donantes en toda la región habían pasado la enfermedad con grandes diferencias por áreas de salud (en la de Cáceres la tasa era de 5,23% y en Badajoz del 0,93%), «aunque eso cambia constantemente».

Los requisitos para poder donar en estos casos son prácticamente los mismos que para la donación de sangre, aunque en el caso del plasma hay una dificultad añadida, ya no todo lo donado sirve para hacer transfusiones directas. «El único problema que puede darse con una transfusión de plasma es por anticuerpos antileucocitarios, que solo pueden tenerlos aquellas personas que han estado en contacto con una sangre diferente a la suya: mujeres que han gestado y hombres y mujeres ya transfundidos. Por eso para hacer transfusiones se usa solo el plasma de hombres y de mujeres que no han gestado. No obstante, para aquellos que no sean transfusiones directas sí se puede usar el plasma de todos», detalla Brull.

Colectas extraordinarias para subir las reservas de sangre

Para evitar problemas durante la segunda ola de la pandemia, el Banco de Sangre de Extremadura ha puesto en marcha una serie de actividades extraordinarias para curarse en salud y prevenir posibles problemas con el suministro de sangre. Así, esta tarde (de 17 a 21 horas) se llevará a cabo una colecta extraordinaria en Mérida, que a principios de noviembre se desarrollará también en Cáceres y en otros puntos de la región. «La idea es intentar tener un poco más de reservas de sangre ante lo que nos pueda venir», explica José María Brull. Señala que esta semana pasada tuvieron que suspender la colecta organizada en Zarza la Mayor estando incluso el equipo del Banco de Sangre ya en la localidad ante el aumento de casos positivos y también en La Roca de la Sierra, que desde el jueves se encuentra en aislamiento perimetral y con controles de aforo. El objetivo de estas colectas extraordinarias es «tener reservas suficientes para que si hay alguna eventualidad no tener que decir a los hospitales que no tenemos reservas para poder hacer, por ejemplo, una operación».