La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en Extremadura ha hecho un llamamiento a los extremeños para que acojan a los 70 niños que aún no han encontrado una familia de acogida dentro del programa Vacaciones en Paz. Según el responsable de la iniciativa, José Miguel Suárez, 530 niños del Sahara ya tienen hogares para pasar este verano lejos de las dificultades que supone la vida diaria en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia), según informó Efe.

Suárez destacó que estos niños cumplen todos los requisitos para ser acogidos en Extremadura los meses de julio y agosto, y que, por haber hecho cosas como aprobar sus cursos escolares y vivir en duras condiciones en el desierto, merecen conocer en ese lapso cómo es una vida normal.

No conocen elementos habituales en la vida de cualquier niño extremeño como un río o la disposición de energía eléctrica en las viviendas, añadió.

Además, estos niños saharauis podrán ser sometidos a revisiones médicas por parte del Servicio Extremeño de Salud (SES) y, en el caso de ser necesario, ser intervenidos quirúrgicamente.

Todo esto, según la Asociación extremeña de Amigos del Pueblo Saharaui, es difícil hacerlo en los campamentos de refugiados de Argelia, donde desde hace décadas vive parte de la población saharaui y que es lo único que conocen estos niños, ya que nacieron allí y pocos han podido salir de ellos para conocer otras regiones y otras formas de vida.

EMERGENCIA PERMANENTE Para paliar esto, la asociación ha hecho un llamamiento a las familias extremeñas para que, mediante los teléfonos 924 257074 y 666 018630, se pongan en contacto con ella para formalizar la acogida de los 70 niños que aún esperan contar con la ayuda de alguna familia de la región. En este sentido, el delegado saharaui en Extremadura, Abdu Mohamed Faed, subrayó que la situación de la población saharaui que viven en los campamentos de refugiados es "de emergencia permanente", especialmente en el caso de los niños.

Faed alabó y agradeció la solidaridad "muy generosa y desde siempre" de los extremeños para con su pueblo, pero les pidió que hagan un esfuerzo más y que se decidan a hacerse cargo de los niños aún no acogidos.