La “puntilla”. Así definen los productores vitivinícolas de la región a la crisis sanitaria generada por el coronavirus. Un problema que va más allá de Extremadura y que ya ha puesto en marcha la maquinaria de las instituciones europeas para intentar poner soluciones a todos los litros de vino que se acumulan en las bodegas de los principales países productores (principalmente los mediterráneos: España, Francia, Portugal y Grecia). El Comité Européen des Entreprises Vins (Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas, CEEV en sus siglas en francés) calcula que la caída de las ventas podría alcanzar hasta el 50% y las bodegas podrían haber perdido alrededor del 35% de su facturación en los primeros cuatro meses de 2020. Una realidad a la que la región no escapa y que confirman desde la Asociación de Empresarios Vinícolas de Extremadura (ASEVEX): “Es una situación preocupante y delicada, puesto que las ventas de vino prácticamente se han paralizado. La incidencia del cierre de bares, restaurantes, etc. ha reducido muchísimo las ventas de vino embotellado que no se ven compensadas con el aumento de las ventas en supermercados. Esto también provoca una caída en las ventas de vinos a granel, que no encuentran compradores, así como por la bajada en las exportaciones, producto del cierre de muchas fronteras y de la crisis mundial”, explica Jacinto Guerra, secretario técnico de la organización.

Una problemática que confirman desde las propias bodegas: “Se estima que el cierre de hoteles, bares y restaurantes afecta directamente al 30% del volumen de vino consumido en la Unión Europea, lo que equivale al 50% de su valor. Se ha constatado asimismo que el consumo de vino en los hogares no está compensando la disminución del consumo fuera de ellos. Tampoco tienen lugar las celebraciones y encuentros donde habitualmente se consume vino, como los cumpleaños o las fiestas nacionales”, detalla Alberto Carrillo, gerente de Viñaoliva, grupo cooperativo que agrupa a 25 cooperativas de base de la región (15 bodegas entre ellas). “Si no hay fiestas ni reuniones, no se consume vino”, secunda Diego Nieto, gerente de las Bodegas Romale de Almendralejo. Ellos producen además cava, otro caldo que no encuentra salida: “El problema está especialmente en los vinos de alta gama y el cava. Están asociados a las celebraciones y no hay celebraciones”, argumenta. “Está paralizado el tema de la hostelería y restauración, y lo que se vende en el supermercado no lo está compensando”, añade Ventura Arroyo, vicepresidente de Cave San José de Villafranca de los Barros.

Todos ellos apuntan además a la incertidumbre sobre el turismo, lo que resta aún más potenciales consumidores: “Estamos viendo que pueden verse comprometido el desarrollo de la temporada turística de verano y las actividades de turismo enológico. En consecuencia, los excedentes de vino están aumentando en el mercado”, apunta Carrillo. “Si no vienen los millones de turistas, son otros tantos millones que no van a consumir”, lamenta Nieto. “No podemos olvidar que esta crisis además ha sido la guinda a lo que es el problema estructural del vino”, incide por su parte Arroyo, quien subraya la problemática de la producción masiva, los precios, los aranceles y otras dificultades que afronta el sector desde hace tiempo, algo a lo que también apunta el resto.

¿Sin espacio en las bodegas?

¿Sin espacio en las bodegas?Mientras la caída en el consumo y el freno en las exportaciones hace que se acumulen los caldos en la bodega, tal y como apunta la CEEV, la campaña de la vendimia se acerca, y estará a pleno rendimiento en tan solo tres meses. “El coronavirus ha paralizado la vida, pero el campo sigue”, dice Nieto. El gerente de Romale explica que en este momento la bodega tiene el 80% de su venta avanzada pero al menos el 30% está aún por retirar.

“Estos problemas derivados de la crisis sanitaria están agravados por las importantes existencias con las que comenzamos la actual campaña y las buenas perspectivas que ofrece la próxima vendimia”, apuntan desde Asevex.

La ecuación es simple, para que entren nuevos caldos en los depósitos deben salir los que están ya almacenados.

Destilación en crisis: potencial solución

Destilación en crisis: potencial solución“Desde mi punto de vista , la destilación debe constituir la principal media a corto plazo”, afirma Carrillo. Le secundan todas las voces consultadas por este periódico. Se trataría de transformar estos caldos en productos sanitarios, como geles hidroalcohólicos, o carburantes como el biodiésel. Es una de las opciones ofrecidas por la UE, que ha publicado esta semana un reglamento que da tres potenciales soluciones para el sector: la de abrir una destilación de crisis, activar un almacenamiento de vino por parte de los productores o realizar una vendimia en verde.

“La vendimia en verde significa retirar ya el fruto, una opción que no creo que se dé en España. Para el almacenamiento, pocos tienen esa capacidad, así que la destilación en crisis puede ser la mejor salida”, explica Nieto, quien, sin embargo, añade: “Para un vino de mesa sí, pero para vino DO hay que tener en cuenta que esas uvas son más caras, así que se debe establecer un precio razonable para ayudar realmente al sector”.

“El sector industrial extremeño se inclina por la apertura de una destilación de crisis que eliminaría vino del mercado (los excedentes) para transformarlo en alcohol para uso industrial o sanitario”, confirma Guerra.

Una salida que también apoya la Junta de Extremadura, que ha pedido al Ministerio de Agricultura un precio de al menos 0,3€ / litro y que se lleven a destilación al menos 2 millones de hectólitros.

En la actualidad, las autoridades españolas y las alcoholeras están negociando las bases para proceder a esta solución, un balón de oxígeno para las bodegas extremeñas. “Europa lo ha aceptado y lo que falta es un presupuesto adicional o que se recojan fondos de otras partidas: como reconvertir viñedos, renovar bodegas... Yo espero que se llegue a buen puerto”, dice Arroyo.

Un deseo para facilitar la supervivencia de un sector estratégico en Extremadura. Y que pronto se pueda brindar libremente por ello.