De Sevilla a Mérida, pasando por la Oficina de Emancipación Joven. Ese ha sido el trayecto que Francisco Fernández ha tenido que recorrer para encontrar una vivienda de alquiler en la capital emeritense, donde ha sido destinado tras aprobar unas oposiciones, a su medida. "Estaba buscando pisos por internet y encontré uno en esta página, que después me di cuenta que era de la Junta", recuerda.

De hecho, primero contactó con la propietaria, que le informó de que ese piso formaba parte de la Bolsa de Vivienda Joven de Extremadura y que, por tanto, tenía que ponerse en contacto con la Oficina de Emancipación Joven. Así lo hizo, detalla, siendo informado por la encargada, Marisa Grajera, si bien excepcionalmente en este caso ella no pudo ocuparse de enseñarle el piso (como es habitual, ya que la oficina se ocupa de todos esos trámites) por necesitar Francisco verlo en fin de semana, de modo que fue la dueña quien se lo enseñó.

Después, no obstante, ya fue en la Oficina en la donde se encargaron de todos los trámites, quedando encantado con el resultado."Si lo piensas, son todo ventajas, incluso me están gestionando una ayuda que no sabía ni que existía", comenta. A su juicio, la bolsa no tiene más demanda por "la falta de conocimiento", si bien él ya se ha encargado de darle publicidad entre sus compañeros. "Animo a cualquiera a seguir mi ejemplo, porque me ha ido estupendamente", sentencia.