De momento no hay mucha preocupación entre los vecinos de los municipios que se abastecen del embalse de Cornalvo. En Aljucén, Trujillanos, San Pedro de Mérida, Mirandilla y El Carrascalejo están acostumbrados a que los años que llueve poco las reservas de su pantano desaparezcan rápidamente debido a su escasa capacidad. Actualmente no llega ni siquiera a un hectómetro cúbico embalsado, por lo que se encuentra en situación de emergencia, es decir, que si no llueve dentro de un año no quedará habrá ni una sola gota.

Sin embargo, sus habitantes no recuerdan que en los últimos años haya habido restricciones, a pesar de que en estas fechas el pantano se encontraba en condiciones similares. Aunque parece que esta vez la cosa pinta un poco peor. "Cuando aparece la isla del centro del pantano, malo", afirma el alcalde de San Pedro de Mérida, Pedro Lanzas.

Ni en este ni en los otros municipios se han tomado medidas de restricción, pues se sigue regando los parques y los vecinos pueden abrir el grifo durante todo el día. Sin embargo, se adoptan pequeños hábitos para no gastar agua innecesariamente. En este mismo municipio se ha emitido un bando en el que se prohibe regar calles o corrales, y lavar coches en la calle.

Conscientes de que "cada gota cuenta", como reza el bando, cada vecino adopta sus propias medidas para no derrochar. Ana Belén Alvarez se encarga de regar las plantas del patio de su madre, y lo hace con un cazo en lugar de con la manguera para ahorrar recursos y dinero, "que esto nos cuesta de nuestro bolsillo".