Nació en Hervás, en 1963. Formación: Doctor en Veterinaria, cargo que forma parte de la unidad de mercados de la dirección general de Pesca de la Comisión Europea.

Europeísta más que convencido --"trabajo aquí, no podía ser de otra forma"--, Jesús González se presentó a unas oposiciones para la Unión Europea, "a ver qué pasaba". Diez años después y tras haber presenciado grandes cambios tanto en la UE como Extremadura, su tierra natal, confía en la futura consolidación de la región en Europa, protagonizada por su "gente joven".

--¿Por qué decidió trabajar en las instituciones europeas?

--Fue una cuestión de azar, porque vi publicado un anuncio de unas oposiciones en la UE para veterinarios y pensé en intentarlo, a ver qué pasaba. Así, busqué la la legislación comunitaria, ya que no había un temario, y, con un poco de suerte, aprobé. Además, desde la adhesión de España, siempre me habían llamado la atención los temas europeos.

--¿Cómo fueron sus comienzos?

--Fue como subirse a un tren que va a toda velocidad, con cierta sensación de angustia. Empecé a trabajar de golpe en otras lenguas y llegué a un puesto donde había tareas pendientes, por lo que el inicio fue agotador. Pero poco a poco te vas acostumbrando.

--¿Pero cómo llega un extremeño a la Dirección de Pesca?

--En realidad, comencé en Medio Ambiente y pasé por Salud y Protección de Consumidores antes de llegar a este departamento, porque aquí se potencia mucho la movilidad de los trabajadores. En todo caso, creo que no se me da nada mal, porque los extremeños somos gente históricamente bastante adaptables.

--¿Cuál era su percepción de la UE cuando llegó a Bruselas?

--La veía como algo lejano, pero que cada vez tenía más impacto en España. Siempre he sentido una gran curiosidad por la UE.

--¿Ha cambiado mucho?

--Claro, sobre todo porque ahora somos 27 y la toma de decisiones es bastante más complicada. Siempre hay que tener en cuenta los puntos de vista de todos los países miembros y, francamente, ahora está en un momento complicado.

--¿Y Extremadura?

--También, en infraestructuras, en los pueblos... Además, hay otra cosa que me encanta: la mejora de la relación entre España y Portugal. Antes, cuando era pequeño, cruzar la frontera era una aventura, mientras que ahora la relación ha mejorado mucho. Solo me queda la duda de si Extremadura habrá podido utilizar plenamente todas las posibilidades que ha tenido desde que España entró en la UE.