Utilizar el tapón en el fregadero, llenar la lavadora y el lavavajillas y programar un lavado ecológico son los hábitos que más se realizan en los hogares extremeños. Como en el de Paulina Fernández y su familia, una ama de casa de Villar de Rena (Badajoz).

Esta medidas las toma diariamente "para reducir la factura y conservar el medio ambiente", asegura. Ella es la más concienciada con el ahorro en su casa. "Siempre tengo que estar detrás de mis hijas --de 18 y 12 años-- y de mi marido para que cierren el grifo", dice.

"Yo incluso apago del todo la televisión y no dejo nunca la lucecita roja encendida, porque eso dicen que no, pero también gasta". Es una de las medidas que toma para reducir el consumo eléctrico, además de bajar la temperatura de la calefacción; "la pongo al mínimo", apunta.

Sin embargo, el tema del reciclaje le resulta más complicado. Separa el vidrio y las pilas, pero el resto de residuos asegura que no porque en el municipio en el que vive "no tiene todos los contenedores necesarios, aunque los pondrán pronto". Los medicamentos caducados también los lleva a la farmacia. En definitiva, son "costumbres que tengo de siempre y todos deberíamos tener". El ahorro al final se nota, dice, pero con el tiempo las repercusiones a nivel global se notan más.