La sobriedad y el silencio que solo rompen el sonido de las cadenas son los elementos característicos del desfile de los Empalaos que recorren las calles de Jerez de los Caballeros en la noche del Lunes Santo. Con los brazos abiertos en cruz amarrados con sogas a un madero que cargan sobre los hombros y el torso igualmente amarrado, los penitentes caminan con el rostro cubierto por las calles del que está considerado uno de los conjuntos histórico-artísticos más bellos de Extremadura.

Sentimiento y fervor popular acompañan a lo desfiles de esta Semana de Pasión que está reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional.