A las diez en punto de la noche y tras tres toques con el báculo en la puerta de la iglesia de San Miguel de Jerez de los Caballeros, salió, puntual como cada año, la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, conocida como la del silencio con sus pasos titulares: Cristo en la Oración del Huerto y la Virgen del Rosario.

Durante todo el recorrido, el más absoluto silencio inundó las calles de la ciudad, tan sólo alterado por el sonido de las cadenas que algunos nazarenos llevaban en los pies y por la música de capilla de un Trío de Sevilla y la Banda Municipal de Música.

NOVEDADES Entre las novedades de la Cofradía destacaron los cuatro nuevos incensarios para los acólitos, niños que acompañaron al Señor Orando en el Huerto y la confección y bordado del nuevo Senato.

El paso de la Virgen estrenó dos ánforas nuevas y la ampliación del interior del paso.

El desfile procesional se caracterizó por el recogimiento de los penitentes, con túnica, capa y capirote de color negro y cinturón de esparto y por el respeto del público que abarrotó las calles.

Desde el pasado Domingo de Ramos, la ciudad templaria ha visto como, de forma paulatina, sus calles se llenaban de turistas. A partir de hoy, la ocupación de los establecimientos hoteleros, pensiones y casas rurales estará al completo.

Esta fiesta, declarada en 1987, de Interés Turístico Regional, espera recibir a unos 10.000 visitantes, según los datos facilitados por el concejal de Turismo, Rafael Morales.

Con el fin de que los turistas puedan acceder al interior de los templos jerezanos: San Bartolomé, Santa Catalina, Santa María, San Miguel y Ermita de los Santos Mártires, el ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo con la Junta de Cofradías y con la Iglesia por el que las iglesias permanecerán abiertas en horario de mañana y tarde durante toda la Semana Santa. También habrá una persona en cada templo para dar a conocer el patrimonio de la ciudad e informar sobre las procesiones.