Todo comenzó el viernes, pero ayer al mediodía no paraban de llegar personas con síntomas de diarrea y vómitos al centro de salud de La Zarza, la localidad pacense, junto a sus vecinos de Alange y Villagonzalo, más afectada por el brote de gastroenteritis. "La infección está remitiendo", asegura Eulalia Romero, responsable de Enfermería de este centro médico, pero el caso es que en el municipio se venden sin descanso botellas de agua mineral y bebidas isotónicas como la conocida Aquarius. Beber mucha agua hervida con limón es el remedio más eficaz para atajar los efectos de la infección.

Sólo el fin de semana, llegaron hasta este centro 110 personas, aunque sólo la mitad tenían gastroenteritis, apunta Romero, que se decanta más por la aparición de un virus que por una bacteria generada por el agua, sustancia que se ha difundido como la causa más probable.

El caso es que ayer continuaba en el centro de salud el goteo incesante de afectados.

Denuncia pública

Una de estas personas es Matilde González, que tiene dos enfermos más en casa, y que lleva cinco días con vómitos y diarrea. Esta vecina de La Zarza no duda en denunciar los hechos, al igual que su paisano Julio Lavado, que considera que, sin conocer la causa, "los depósitos de agua deberían limpiarse con frecuencia y que se hicieran los análisis oportunos".

Sin embargo, Toni Vázquez ya ha pasado la enfermedad, y descarta la posibilidad del agua ya que ella no consume agua del grifo, sino embotellada.

La indignación y la falta de información es tal que algunos vecinos apuntan la posibilidad de no pagar el recibo del agua hasta que todo se aclare.

Otra cuestión que debe aclararse es la muerte de un anciano de 91 años de esta localidad que, según la Junta, falleció por el brote, pero "el médico que atendió a Pedro no reflejó que muriera de eso", dice Romero, opinión que comparten algunos de los lugareños.