La saturación mantenida en las prisiones extremeñas ha hecho que los sindicatos den la voz de alarma, advirtiendo de la posibilidad de que esta situación de hacinamiento termine provocando conflictos.

La última llamada en este sentido partió de CCOO, desde donde se indicó que en este momento la capacidad para acoger reclusos en las cárceles de la región se ha superado en un 50%. Así, el centro penitenciario de Cáceres acoge a 414 presos, y el máximo está en 300. Mientras, la prisión pacense está aún peor, ya que cuenta con 780 reclusos y su capacidad máxima está situada en medio millar.

En total, en Extremadura hay 1.194 internos, de los que en torno al 88% cumple condena y el resto están en situación de presos preventivos.

JUICIOS RAPIDOS Parte de la responsabilidad en el nivel de saturación de las prisiones se achaca a la puesta en marcha de los denominados juicios rápidos el pasado mes de abril, sin haber adecuado antes las instalaciones que debían albergar a los condenados.

Así, según los datos del Ministerio de Justicia, cerrados a 4 de noviembre, en Extremadura se han celebrado ya por este procedimiento 790 juicios en los juzgados de primera instancia e instrucción y otros 67 en los de lo penal.

Esto supone que cada juzgado extremeño ha visto una media de 30 asuntos de este tipo en ocho meses.