Los sindicatos seguirán manifestándose en la Consejería de Presidencia hasta que la Junta no retome las negociaciones sobre la subida salarial de los más de 40.000 funcionarios públicos extremeños; de lo contrario, "ya veremos lo que hacemos", advierten. Sin embargo, la Junta reitera que la oferta a los empleados públicos "es buena" y "va más allá de la mera negociación del incremento retributivo ya que apunta la creación de mil puestos de trabajo".

Entre 250 y 300 delegados sindicales se concentraron en esta consejería para protestar por la ruptura por parte del Gobierno regional del diálogo entre las partes y reclamar al Ejecutivo extremeño que negocie la subida salarial de 2003 de sus empleados y que sea "digna, y no los sueldos de miseria que quiere imponer".

Así lo afirmó en el acto de protesta el secretario regional de CCOO, Valentín García, que dijo que el Gobierno extremeño "impone" a sus empleados una subida que implica que "se chupa un uno por ciento", y anunció que los sindicatos mantendrán sus reivindicaciones "hasta conseguir que la subida sea equiparable a la del resto de los empleados públicos del país".

Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Remigio Martínez, reiteró el llamamiento al Ejecutivo autonómico para que se siente a negociar y atienda nuestras reivindicaciones".

SIN POSTURA DE FUERZA

Ante estas peticiones, la Junta contestó que "durante la negociación, la Administración ha pasado de un fondo adicional de 0,30 sobre la masa salarial, aproximadamente 300 millones de pesetas, a ofrecer una cantidad sensiblemente superior". Además, indicó que, al incrementar las retribuciones de los funcionarios en un 2,7% y emplear otro 0,6% para destinarlo a los retenes de incendios, se sitúa en una subida del 3,3%, "al menos igual, sino superior, a la fijada por el Estado".

Por todo ello, el Gobierno extremeño entiende que la oferta "es buena" y que "en ningún caso, justificaría una posición de fuerza" de los sindicatos.