Una investigación seria, centrada en esclarecer las causas del accidente --presuntamente la falta de seguridad y prevención-- y alejada del juego político en el que han caído el ayuntamiento de la localidad, del PP, y la Junta. Es la petición que los sindicatos CCOO y UGT hicieron ayer con respecto al accidente laboral que tuvo lugar el pasado lunes en el silo Jerez de los Caballeros y en el que perdió la vida un trabajador de 23 años.

Según CCOO, "todo apunta a que la muerte del joven se produjo por la falta de medidas de prevención por parte de la empresa constructora" y por ello tanto esta agrupación como UGT consideran "una vergüenza" el cruce de acusaciones en el que han entrado la alcaldesa jerezana, Francisca Rosa Romero, del PP, y la Junta de Extremadura. Romero asegura que la obra, consistente en la demolición de la marquesina, en muy mal estado, del silo de la localidad --ha sido rehabilitado para albergar un espacio para la creación joven-- carecía de licencia municipal y la Consejería de los Jóvenes y del Deporte, que esta autorización no era necesaria porque el derribo en el que perdió la vida el joven es una ampliación de otra obra --la de la remodelación-- a la que sí se le había concedido el permiso.

Así las cosas, tanto para CCOO como para UGT, las dos administraciones deberían estar volcadas en impulsar y facilitar la investigación de las causas de este accidente para que se llegue hasta el final, en lugar de mantener "este debate inútil" sobre la licencia de obras, que a juicio de CCOO, es una cuestión "meramente recaudatoria".

Construcciones y Reformas Carbajal Gamero, propiedad de un familiar del fallecido, era la constructora encargada del proyecto. Según los primeros indicios, los dos trabajadores --el que falleció y otro de 32 años que resultó herido grave-- estaban subidos al techo de la antigua marquesina para derribarla. Esta estaba en muy mal estado, no aguantó la vibración de las máquinas y el peso de los trabajadores y terminó cediendo. Los empleados estaban sujetos por un arnés con una cuerda cuyo largo llegaba al suelo. Al derribarse el techo, cayeron desde una altura aproximada de seis metros, golpeándose contra el suelo y recibiendo después el impacto de los escombros.