Los sindicatos CCOO y UGT han considerado hoy una "decepción" la comisión parlamentaria sobre Acorex porque no aborda los problemas del grupo cooperativo ni servirá para depurar responsabilidades, mientras que la CREEx ha abogado por que sus socios y profesionales decidan sobre el futuro de la agrupación.

"La comisión parlamentaria es una auténtica decepción porque no se están tratando los problemas de Acorex", ha aseverado hoy el secretario regional de CCOO, Julián Carretero, en declaraciones a los periodistas tras asistir en Mérida a la firma del Pacto Político por el Ferrocarril Extremeño.

Ha afirmado que de este debate "se ha sacado todo lo que es la situación de Acorex para que no roce lo más mínimo a quien tenía que rozar" ya que, a su juicio, quienes debían dar las "verdaderas" explicaciones son los principales actores políticos y de gobierno durante la trayectoria del grupo cooperativo.

No obstante, ha mostrado su deseo de que la comisión sirva no para certificar la muerte de una "gran cooperativa", sino para impulsar el nacimiento de un cooperativismo "fuerte" que hace falta en Extremadura.

En este mismo sentido se ha pronunciado la secretaria regional de UGT, Patrocinio Sánchez, para quien la comisión parlamentaria no les está "gustando" y no va a depurar las responsabilidades.

Tanto ella como Carretero han coincidido también en señalar que, aunque reciba una ayuda externa, Acorex tal y como se conocía está "muerto", aludiendo de este modo al anuncio de que el grupo está intentando llegar a un acuerdo con la cooperativa andaluza Dcoop.

A este respecto, Carretero se ha mostrado favorable a llevar a alianzas si con ellas se consigue salvar el dinero público y "lo poco que queda de Acorex", aunque ha insistido en ya no volverá a ser lo que fue.

"Ya no tiene trabajadores, ya no tiene joyas de la corona, ya no tiene absolutamente nada", ni siquiera la posibilidad de intervenir en el mercado del tomate, como hizo en el pasado, para regular los precios entre la industria y el agricultor, ha advertido.

Por su parte, el secretario general de la Confederación de Empresarios de Extremadura (CREEx), Javier Peinado, ha abogado por que sean los socios y profesionales quienes tomen una decisión sobre el futuro del grupo "en el ámbito exclusivamente empresarial y profesional".

A su juicio, hay que dejar los "chovinismos" al margen si se plantean posibles acuerdos con otros grupos porque "no deben de ser malos a priori" si, con ellos, se consigue garantizar la viabilidad de Acorex y ganar en eficiencia, productividad y competitividad para los productos extremeños.

Otro asunto es, ha matizado, si ese tipo de cooperación lleva aparejada la atomización de las decisiones y supone una deslocalización de lo que Acorex estaba aportando en la región, pues en este caso "sí sería un error".