Los sindicatos representativos del sector educativo invitan a la reflexión a la sociedad extremeña y a las autoridades ante las últimas agresiones a docentes en los centros escolares --la última a un docente del instituto cacereño Norba Caesarina--, una circunstancia que denuncian y por la que se muestran muy preocupados.

El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Extremadura (STE-Ex) instó ayer a la reflexión ante un problema que no considera un caso "y por eso es necesario un análisis más en profundidad". Por ello, considera que la comunidad educativa debe estar unida y hacerse fuerte frente a una situación "que se está desbocando", y espera que la Consejería de Educación actúe de forma "tan rápida" como lo ha venido haciendo en los casos recientes de violencia contra el profesorado.

Sin embargo, afirma que la Junta se ha significado por el "menosprecio" del papel del profesor en las continuas modificaciones del funcionamiento de los centros o de la inversión en Educación.

Por otro lado, el sindicato PIDE manifestó ayer su "apoyo incondicional" al profesor agredido. Este colectivo recordó que obtuvo del fiscal jefe de Badajoz, Antonio Mateos Rodríguez Arias, el "firme compromiso" de que este tipo de agresiones pasarán a ser consideradas como delito penal y castigadas con penas de prisión, ya que hasta el momento únicamente constituían "faltas leves". En todo caso, matizó que se trata de un menor y que "las medidas que habría que tomar serían distintas".

Otro de los sindicatos que se ha pronunciado ha sido ANPE, que asegura que "los casos aislados empiezan a ser comunes" y advierte del "riesgo" al que están sometidos los docentes.

En su opinión, "la ley debe aplicarse y la consideración de autoridad pública es absolutamente necesaria". Además, anuncia que está estudiando el tomar otro tipo de medidas, "al menos para concienciar a la sociedad de la labor de los docentes".