En el caso del sisón, aunque no está declarada a nivel nacional en peligro de extinción, la tendencia sí es muy negativa y se ha producido un descenso poblacional del 60% en la última década, por lo que se incluye ahora en la categoría especie en peligro de extinción. Los cambios en la agricultura y la ganadería están comprometiendo la conservación de esta especie que tiene en Extremadura, Madrid y Castilla-la Mancha el principal núcleo de población de Europa.