A todos los frentes judiciales y la deuda de más de 20 millones de euros que arrastra, Caval, la cooperativa agraria de Valdelacalzada, se enfrenta ahora a un nuevo problema: la marcha de 30 socios, necesarios para sostener la empresa.

Así se lo confirmó ayer a este diario María Lozano, miembro de la cooperativa, que asegura que las personas que han pedido su baja son "amiguetes" del antiguo gerente, Manuel García, y que lo hacen para no afrontar los pagos de la deuda de más de 20 millones que 206 socios --entre los que se encontraban ellos-- suscribieron con los bancos para que la cooperativa pudiera seguir funcionando.

Según Lozano, varios socios de Caval se reunirán hoy con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, para transmitirle este nuevo problema --ya que la marcha de estos 30 impediría al resto seguir haciéndose cargo de la deuda-- y solicitar su ayuda para que los bancos acepten la personalización de la deuda. "Que nos digan a cada uno la parte de deuda a la que tenemos que hacer frente para que en el caso de que algún socio quiera marcharse, no pueda renunciar a pagarla", señala Lozano. Según explicó, "por una cláusula en los estatutos de Caval", no se puede negar la baja de la cooperativa a un socio que la cursa, aunque como en este caso, "haya firmado un compromiso de permanencia de tres años con los bancos".