Vengo de Extremadura. ¡Ah! De donde el Linex". Esta anécdota, repetida en foros tecnológicos de Alemania, Brasil y otros países, ilustra el impacto mundial que tuvo hace una década el Linex, el primer software libre impulsado por una administración pública. El diario estadounidense The Washington Post le hizo incluso un hueco en su portada: "La alternativa europea a Microsoft. Una región española abandona Windows y se pasa a Linux".

Roberto Santos, experto en la aplicación del software libre en el sector público, explica que aquel paso fue un "hecho histórico". Ello convirtió a Mérida en una especie de "parque temático" por el que pasaba gente de todo el mundo, hasta de Hong Kong, según Santos, y la Comisión Europea (CE) le concedió un premio a la innovación regional.

El expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra entendió la importancia de la "soberanía tecnológica", de que no se puede cambiar un ordenador por una estrategia comercial, y así lo vieron después otros responsables políticos autonómicos, según Santos. Una década después --el Linex arrancó en el curso 2002-2003--, el software de fuentes abiertas vuelve a impulsarse en el sector público español por su sostenibilidad.

EXTENDIDO EN ESPAÑA España es uno de los países donde más está implantado gracias a su liderazgo en el sistema educativo; por ejemplo, Andalucía cuenta con la mayor red mundial, con 640.000 ordenadores. Arrancó en la educación porque no había presión comercial y porque es más sencillo enseñar a un niño que hacer "desaprender a un adulto", según el experto. A partir de ahí se ha desarrollado en distintos ámbitos públicos, como el sanitario o el administrativo.

Santos, sin embargo, echa en falta una apuesta del Estado por el software libre en esta crisis crisis, ya que ayudaría a aliviar las arcas públicas y a crear una industria para exportar conocimiento. Según el Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las Tecnologías de Información y la Comunicación basadas en Fuentes Abiertas (CENATIC), Europa ahorra anualmente 114.000 millones de euros por el uso de esta herramienta en las administraciones.

A pesar de que algunos internautas certificaron la "muerte" del Linex con la llegada del PP al poder en Extremadura, sigue adelante con otro rumbo. Trabaja en crear una comunidad abierta para mejorar su desarrollo con aportaciones externas, lo que podría ser una realidad ya a final de año, según ha adelantado Mencía Nogales, informática del Gobierno de Extremadura.

Además, ha cedido su mantenimiento al CENATIC, según Santos, el lugar adecuado para compartir esfuerzos y errores. Este experto subraya que Extremadura se plantea ya la creación de un entorno virtual de aprendizaje para contar con objetos digitales interactivos libres, lo que le colocaría de nuevo a la cabeza mundial.

Nogales apunta que el primer Linex, pese a la innovación que supuso, era un "sufrimiento", nada que ver con el último, que, en su opinión, ofrece las mismas prestaciones y funcionalidad que Windows. Recuerda que los informáticos de la Administración extremeña eran "reticentes" al principio al software libre, pero ahora apuestan por él casi por unanimidad.

Hasta el 2006, Extremadura solo sacó versiones para el sistema educativo, pero desde hace cinco años tiene una para particulares y varias adaptadas a distintas ramas de la administración. No obstante, será en el 2014 cuando el grueso de los funcionarios extremeños trabajen con él, ya que el software propietario dejará de usarse en 40.000 ordenadores.