El número de empresas extremeñas de la construcción que hasta la fecha se han dado de alta en el Registro de Empresas Acreditadas (REA) es de 292, según confirmó ayer la Junta. La cifra es muy escasa teniendo en cuenta que en Extremadura hay unas 12.000 compañías que se dedican a esta actividad, y también porque desde ayer es imprescindible formar parte de este inventario para para poder contratar sus servicios en una obra. En cualquier caso, aquellas que ya están actualmente tienen un contrato en vigor no necesitan por el momento este requisito para continuar la actividad, aunque sí tendrán que hacerlo cuando opten a una nueva contratación.

Las empresas del sector se han quejado del escaso margen de tiempo que han tenido para formalizar su inscripción en el REA, solamente 39 días desde que fuera publicada su creación hasta ayer. Entre los problemas que han tenido que solventar en este tiempo ha sido la obtención de una firma electrónica, un requisito imprescindible ya que solamente se pueden dar de alta en el REA por vía telemática, a través de la web del Ministerio de Trabajo. Los últimos días, muchas oficinas de las cámaras de comercio y de las patronales del sector se han colapsado para ayudar a los empresarios. Sin embargo, la gran mayoría de las empresas no han cumplido el plazo y mientras no regularicen su situación no podrán contratar obras.

Como avanzara ayer este diario, este registro pretende tener constancia del funcionamiento y la estructura de las compañías del ramo de la construcción, así como controlar la subcontratación, con el fin de reducir la siniestralidad laboral en el sector, que presenta el mayor índice de incidentes en función del número de trabajadores que emplea. Según los sindicatos, la accidentalidad está directamente relacionada con la contratación precaria de los trabajadores.

Para darse de alta en este registro las empresas deben presentar una estructura de su organización, así como acreditar que disponen de los medios humanos e infraestructuras que les permita el desarrollo de la actividad. En esta línea, los empresarios deberán al menos tener una plantilla fija que, a partir del 2010, será del 30% del total de los trabajadores. Asimismo deberán acreditar que directivos y empleados están debidamente formados con cursos de prevención de riesgos laborales.