Juan Antonio Gómez, responsable regional de la empresa, explica que "hablando con unos colegas de la Universidad de Alcalá de Henares, que hacían una investigación complementaria a la nuestra y que estaban a su vez en contacto con un empresario, se dio la posibilidad de producir unos servicios y productos que podrían comercializarse".

Sensolog se ocupa de instalar y configurar de forma personalizada redes de sensores inalámbricos. Diseñan y distribuyen para cualquier cliente, tanto empresas como particulares. También ofrecen estudios de certificación energética y sistemas de computación acelerada, con diseño de microchips o almacenamiento masivo de datos.

Hay muchas áreas donde se pueden utilizar los sensores como en edificios para adecuar la climatización, en la agricultura para poder monitorizar la temperatura, medir niveles de CO2 y seguridad en edificios.

De los socios fundadores de la empresa tres pertenecían a la Universidad de Extremadura y, al entrar al capital, propusieron que la universidad extremeña formase parte. "La Universidad de Alcalá ya participaba en la spin-off , eso hace a la empresa única, hasta ahora. Es de dos universidades a la vez", comenta Juan Antonio Gómez.

Están empezando a internacionalizarse y comenzarán a trabajar pronto en Oriente Medio, contratados por una gran empresa. También encuentran en contacto con grupos de Portugal. "No nos ponemos límites". "Esta tecnología tiene ya un amplio desarrollo, es una tecnología madura y se aplica inmediatamente en negocios. El proyecto más inmediato, es el de diseñar un sistema de sensores inalámbricos para ahorro energético de instalaciones", apostilla.