--Este principio de curso ha sido uno de los más criticados por los sindicatos.

--Ha sido precipitado. El profesorado está quemado, no se puede pretender empezar las clases a principios de septiembre cuando en agosto la administración ha estado cerrada, no se conocen las vacantes que existen en los centros educativos de Secundaria ni los profesores que se necesitan. El servicio de inspección tiene que hacer una valoración de las vacantes y los jefes de estudios tienen que hacer los horarios de los profesores sin saber cuántos grupos hay y cuántos alumnos van a tener. Los equipos directivos están que trinan. Pero parece que a la federación de padres y madres de alumnos le interesa más que el curso empiece antes y acabe después...

--Algunos dicen que este debate ha impedido ver otras cosas.

--Claro, y se han dejado de lado cosas fundamentales como la forma en la que se empiezan las clases, si está todo el profesorado, o si están todos los medios materiales disponibles... Además, de qué ha servido esto si las clases en Secundaria no han empezado todavía porque ha sido materialmente imposible, porque faltan profesores por adjudicarse, porque todavía hay colas de alumnos para matricularse... Hay que ser más serios.

Hablando de infraestructura, su sindicato considera necesaria una revisión de la red de centros de Secundaria.

--Este curso lo hemos comenzado con un gran déficit de centros educativos públicos, principalmente de Secundaria. Hay cientos de alumnos de Secundaria, en más de 40 localidades, que están en centros de Primaria y esto es un agravio porque no reciben la misma formación que sus compañeros. Somos punteros en tecnología y ese concepto lo estamos exportando a otras regiones, pero, ¿cómo podemos tener más de 100.000 ordenadores y no disponer de sitio para los estudiantes de Secundaria? No hay capacidad, los centros están sobredimensionados y esto repercute tanto en la labor del profesorado como en la educación de los alumnos.

--Pero, se han mejorado los medios en los últimos años.

--Es cierto. Desde que han llegado las transferencias en educación estamos mejor en muchas cosas, pero es insuficiente.

--Con el comienzo del curso volverá otro de los grandes debates: los exámenes de junio. ¿Han servido para algo?

--Para nada. Las pruebas de junio no han resuelto el problemas de los alumnos suspensos, ya que sólo han promocionado entre un 8 y un 10%, que realmente son los que hubieran promocionado si no existieran estas pruebas. Por el contrario, los alumnos de Bachillerato, que han tenido todo el verano para estudiar, han promocionado entre un 55 y un 60%. La cosa está clara. Ibarra dijo que del análisis que se hiciera de estos resultados se pondría en contacto con nosotros para ver en qué medida se actuaba. Esperamos que esto sea así.